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Ya estaba en el lugar, un parque, sentado y con algunos mochis que me dijo Ethan que le gusta. No podía creer que los que estaban entrenando se enterarán de lo que pasó. Actuar de esa manera es... 

-"Fue muy tonta" ¿Ibas a decir eso?-

-Ah... si.-le respondí a Priscilla.

-En serio, ¿por qué te complicaste? Deberías ser honesto contigo mismo, deja que más personas entrene en ese circulo de confianza que tienes.-

-Lo sé... hago lo que puedo, es solo que...-recuerdo aquellos ataques, la herida de mi frente que no está, pero ver como me atacaron... -Cuesta bastante. Agregando que ustedes también me preocupan.-

-¿Nosotras?-

-¿Que quieres decir?-

Me preguntaron la señorita Beatriz y Yuria.

-Imagínense que se enteren de ustedes. Me tratarían como un arman o harían lo que sea para que ustedes les ayuden en la batalla. Hay personas que piensan que aquellos que tienen gran poder y son controlados, son solo armas o esclavos de sus superiores. Puede que otras personas piensen lo contrario, pero... No quisiera arruinar este tipo de vida que nosotros cuatro estamos llevando.-

Si querían que me sincere, también debía sincerarme con ellas, también están dentro del circulo de confianza. No me dijeron nada, las observe y mire que me estaban dando la espalda.

-Oigan, ¿por qué están tan calladas?-les pregunte.

-N-no. Nada. Solo...-

-No nos...-

-Esperábamos tal respuesta. Gracias.-

-Si, gracias.-

¿Acaso ellas tres están...? Bueno, debió pasar mucho tiempo así que... solo quiero tratarlas bien, de todas formas son deidades que viven dentro de mí. Gracias a ellas soy más poderoso pero espero no corromperme.

-La chica ha llegado.-me dijo la señorita Beatriz. -Prepárate.-

-Entendido.-miro a los lados y la veo que camina hacia mí. Al solo verla... podía recordarla. No era ella, pero... Su semejanza y forma de ser es... 

Ella se sienta al lado mío. Miré al frente y le di los mochis.

-Tenga.-le dije. -Para usted.-

-Gracias.-

Pude escucharla que ella estaba comiendo, pero luego se detiene. El ambiente entre los dos es incomodo, la miro de reojo y podía notar que era un poco descuidada, tenía los labios manchados. Usando mi mano la limpio.

-Debe ser mas cuidadosa con...-la observo y nuevamente me confundí. Esto es horrible, apenas llevamos unos minutos y ya meto la pata. Desvió la mirada, no era ella, no lo era... no lo era... Realmente yo... la extraño.

-Mask. Me confundiste con ella, ¿verdad?-me pregunta eso directamente.

-Si.-sin mirarla le respondí. 

-Entiendo. Dime, ¿cómo es ella? ¿Realmente me parezco a ella? No creo que...-

-Si.-le respondí. -Es una falta grave en comparar a otras personas, evitarlas por hacer que uno recuerde el pasado o a otras personas, pero... a veces uno no lo puede evitar.- mire el cielo para poder tener una visión y una inspiración para hablar. -Ella es como tú. Alegre, confiada, fuerte, única, tenía sus descuidados como los que tiene usted. El mismo largo de cabello, peinado solo de una forma distinta, pero aún así tiene esa semejanza. Su rostro, sonrisa, solo la diferencian entre sus orejas.-

-¿Orejas? -

-Ella era una elfa. Las elfas tienen las orejas puntiagudas las tuyas no. Era alguien especial.-

El último usuario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora