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No recordaba lo mucho que me cansaba en usar esos alientos, realmente fue una gran prueba ese combate, usando todo lo que tenía en mí lo logré. Pero ahora... solo quería descansar, pero tenía esa sensación de algo...

Miraba la katana que me dio mi maestro. "Luna cortante." Es una muy buena katana... esa katana... esta katana...

-Sin importar quien sea...-escuche una voz. Cómo un recuerdo. -Mi generación terminará con ellos. Si uno queda...-

Solo podía escuchar una voz, la katana que me acompaño toda mi vida... la notaba que se alejaba...

-Katana...-balbuceaba.  La notaba lejos... sentía un olor dulce a su vez... una sensación de armonía y una gran compañía... De pronto la katana desaparecía frente a mí. -¡Katana!-

Mi cabeza choca con la cabeza de alguien sintiendo un fuerte impacto. Podía notar que el tipo cayó desmayado y yo sentía esos leves dolores. Trataba de acariciar mi cabeza pero no podía, mis manos estaban esposadas.

-Pero qué... ¿donde estoy?-

-¿Estás bien?- Escuche la voz de alguien, de una mujer que al verla fue ver a alguien totalmente bella. Su informe era idéntico al de la chica de la cueva pero con una especie de abrigo delgado con un color rosado y blanco a su vez, además de que su cabello es morado oscuro y largo como la otra chica.

-Ah... ¿eh? Creo que sí.-trataba de mover mis manos y estaba esposado, creí que si me movía un poco podría salirme pero nada. Me senté y veo que habían más personas que me miraban. -Esto... ¿paso algo?-

-Algo así.-me habla la chica. -Tu nombre.-

-Ah, es Nathan, yo...-entonces recordé lo que pasó la última vez. -¡Ah! ¡Los demás! ¡La mazmorra! ¡El enemigo que...!-me detuve por un fuerte dolor que sentía en mi costado. Me había roto dos costillas por la patada de ese tipo de antes. Dolía bastante si me movía, traté de concentrar mi respiración para aliviar al menos el dolor.

-Tranquilo, todos están bien.-me habla la chica. -No debes de que preocuparte.-

-... Si tú lo dices. ¿Hm?- mire a los alrededores y veía que estábamos en una especie de patio. Donde todos nosotros estábamos es en piedras que marcan el camino, piedra pequeñas y que creo que son compradas para hacer esto, pasto, un gran árbol que... -¿Qué hace ese tipo de allí?-

Lo observe y este tenía dos ojos distintos, uno negro y otro de un color azulado, tenía el mismo uniforme solo que este tenía un abrigo gris con ciertas líneas y una serpiente de compañero. Su cabello negro y de alguien de temer, cuando mira desde abajo se puede sentir ese miedo que quiere transmitir. Este llevaba una katana en su cintura, no solo él, sino también la chica que vi antes.

-Criminal.-me apunta. -Eso es lo que eres.-

-¿Ah? ¿De que estás hablando?-le pregunte confundido.

-Vamos, es solo un niño.-le dice la chica.

-"¿Niño?" No lo defiendas tanto. Según testigos fue él quien mato a uno de "Los 13 hermanos de la noche" tú hermana lo dijo y otros testigos más también.- 

Mire y un tipo con la chaqueta desabotonada y mostrando su físico el cual tenía cicatrices tanto en sus brazos, cara y cuerpo, creo que quiere presumir. Un cabello plateado de puntas y unos ojos de odio era lo que podía ver de él. Mismo uniforme pero con un abrigo mucho más corto y de un blanco. Además de llevar una katana en su cintura.

-Es cierto. Además de que con un cabezazo demostró que tiene gran fuerza.-

Hablo y otro tipo mucho más distinto a los otros dos. Este mostraba más alegría, un cabello rubio, largo hasta el cuello, mostrando su frente y unos ojos celestes. Tenía el mismo uniforme solo que el abrigo lo llevaba en sus hombros, uno con rojo y amarillo como si de un fuego se tratara.

El último usuario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora