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-¿Así que... aquí es?-

Miraba la gran entrada que tenía delante de mí. Un lugar bastante bullicioso pero también un lugar bastante trabajador. Un lugar que es complicado en acceder, pero no imposible. La villa de los herreros, lo tenía frente a mis ojos.

(Unos días atrás)

Los días habían pasado y me dieron la katana, aunque quien fue el que me la dio... fue ese herrero y los problemas para mí habían llegado.

-¡Fue...!-

-¡Muerte! ¡Muerte! ¡Imperdonable! ¡Imperdonable!-

Sentía el roce de su cuchilla, moviendo de lado a lado tratando de dañarme. Me arrincono y se acercaba con malas intenciones. Ahora mismo solo tengo las palabras para enfrentarlo, espero que sirvan.

-¡Se rompió por que no eres un buen herrero! ¡¿No es así?!-

El idiota se detiene y suelta su cuchilla. Estaba confundido y él comenzó a temblar, yo solo lo miraba esperando a que iba a hacer, entonces sus lagrimas salieron, aún teniendo la máscara se le salían las lagrimas por los orificios de esta.

-¡Sé que soy alguien que le falta experiencia! ¡Pero! ¡Pero...! ¡¡Buuuuaaaaaaaahhhhhhhhhhh!!-

Salió corriendo a toda maquina. Solo pude quedarme callado, sin entender lo que había pasado. Mis palabras surgieron efecto y en la entrada veo a Ethan quien traía unos dangos.

-¿No está? ¿Qué pasó?-pregunta.

-Lo mismo me pregunto.-le respondí.

-Entiendo. ¿Comemos?-me muestra los dangos y fui a preparar un té.

Cuando veo la hoja de la katana esta cambia de color. Ahora es un negro. No me parecía nada sorprendente, pero a Ethan le llamo la atención.

-Antes fue roja.-me dice. -¿Cómo es posible?-

-No es una sorpresa para mí. Para mi si cambia de color y muchas veces.-

-¿Muchas veces? ¿Qué quieres decir?-

-Cuando uso una respiración distinta la katana cambia de color constantemente, siento que es un aviso de la última respiración que usé. Observa.-

Doy una demostración, realizo un corte con el aliento del agua y cambia a un azul, roja cuando es fuego, verde cuando es viento, amarilla cuando es rayo, blanca cuando es de luz y negra cuando es oscuridad.

-Eso es...- Ethan se me acerca y estaba sorprendido. -Llamarlo imposible no lo sería. Tú caso es uno muy especial, incluso me enseñaste un método para aumentar mi magia.-

-Hehe. Bueno, fue algo que pasó hace tiempo y...-recibo un golpe en la cabeza. -Ay.-

-¿Qué he dicho?-

-"Nada de lamentarse en el pasado. Solo lo puedes arreglar en el futuro."-repetía esas palabras que me dijo él. Si llego a recordar el pasado y pongo una expresión o un tono deprimente, me golpeará para que despierte.

-Bien. Por cierto... El patrón quiere verte.-

-Ah ya... ¿Eh? ¡¿Ah?! ¡¿En serio?!-

-¿Por qué te sorprendes?-

-¿Por qué no lo estaría? Recién me entero que quiere verme.-

-Pero si yo te dije que una vez que cumplas la prueba, él quería verte.-

-Claro que no. Solo me dijiste que tuviera cuidado.-

Ethan se pone a pensar, a recordar si me dijo algo.

El último usuario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora