Tenía mis cosas listas, mis katanas guardadas en fundas para llevarlas, mi ropa y... también me despedí de la katana de mi abuelo y del señor Klaus, de su esposa con sus hijos. Era momento de partir.
Salí y pude ver a Leia quien estaba lanzando una moneda al aire. Me acerque a ella para despedirme antes de irme.
-Leia.-la saludo levantando mi mano. -¿Qué haces?-
Antes de decirme algo, tira la moneda y cae en sus manos.
-Solo lanzaba la moneda.-
-¿Otra vez?- cada vez hacía eso, cada día que estuve aquí lanzaba una moneda y no entendía el porque, no la quise molestar... el que no arriesga no gana. -¿Por qué lo haces?-
-Es mi forma de decidir las cosas. Cuando hay opciones solo lo puedes decidir con la suerte.-
-Es cierto, pero no en todas, si lo haces por tu propia voluntad... el resultado es mejor, ¿sabes?-entonces se me ocurrió algo. -Dame un momento la moneda, por favor.-
Ella me mira confundida y me entrega la moneda. Entonces la arrojo al aire y esperaba que saliera el resultado que estaba esperando, cuando cae en mi mano y veo que es... sonreí.
-Muy bien ahora tendrás que decidir por tu propia voluntad.-le dije entregando la moneda.
-¿Qué?-
-Es lo que pedí. Si salía el resultado que esperaba tendrías que hacer eso. Ahora que salió tendrás que decidir por tu propia voluntad. No somos objetos y los objetos no deciden por nosotros, lo hacemos nosotros. Eso nos hace madurar y hacer grandes personas, espero que eso te ayude en tu vida Leia. Bien me voy.-me levanto y comienzo a moverme a despedirme de Anna.
-¡Espera!-me habla Leia a lo lejos. -¿Qué hubiera pasado si no saliera ese resultado?-
-Fácil, lo lanzaría las veces necesaria hasta que saliera y tomarás tus propias decisiones. Cuídate Leia, nos vemos.-
Siento que la ayude con eso, ahora que ella misma decida su camino que quiere tomar. Solamente faltaba Anna.
-Ey Anna.-la pude ver que estaba colgando unas sabanas.
-Ah, Nathan. ¿Qué ocurre?-
-Me vine a despedir. Quería darte las gracias por todo lo que hiciste, de verdad, gracias.-
-Solo hice mi trabajo, no es nada especial.-
-Claro que lo es, con eso puedo recordar a la gran persona que eres. Alguien que mantiene el control en este lugar y se preocupa por los que necesitan ayuda. Gracias.-me preparaba para irme. -Cuídate, espero que nos volvamos a ver.-
Con eso ya me despedí de ellas dos, Emma y Angelica me despedí de ellas cuando me hicieron mi revisión. Solamente tengo que volver a casa.
Cuando salí, Ethan estaba de brazos cruzados, apoyándose en la pared y estado completamente serio. Menos mal que lo veo, también me quería despedir de él.
-Ethan.-le hablo.
-Nathan. ¿Ya te vas?-
-Sí. Estoy listo para volver a casa, ya sé el camino así que estaré bien.-
-Te acompañaré. Me lo pidió Emma y Angelica.-
-¿En serio? Muy bien.-
Creí que me iría solo, pero veo que me fui con una gran compañía. Llegamos al pueblo y estábamos acercando a la estación del tren.
-¿Sabes el camino?-me pregunta Ethan.
-Sí, tomo el siguiente tren, dos estaciones y podré llegar a mi hogar.-le respondí.

ESTÁS LEYENDO
El último usuario.
FantasyLos monstruos tienen aún gobernante, un espadachín oscuro, que domina a la perfección el arte de la espada. Se creía que había un guerrero que usaba un arte único para derrotarlo, pero su fin había llegado. Nathan, un niño que vive de lo más bien e...