Disclaimer:
Las obras de Harry Potter ni sus personajes me pertenecen, son propiedad de J.K. Rowling. Sólo es de mi autoría la trama de esta historia y no autorizo su publicación, entera o parcial, en otro sitio sin mi consentimiento.
Christian McKinley y Elisa Eldestein son personajes de mi propiedad.Capítulo 25.
Las hojas secas bajo sus pies hacían un colchón sobre la tierra húmeda. La trenza de largo cabello caía hacia un costado de su cabeza mientras se colocaba en puntillas para tocar con sus dedos el hocico huesudo del Thestral. Un suave relincho le indicó que ya no estaba sola, pero no tuvo que girar para saber quién era, podía sentirlo.
—Harry...
—Sabía que te encontraría aquí.
El silencio era un lugar cómodo para los dos, incluso cuando la mano de Harry se unió a la suya en el toque en una cercanía inocente.
—¿Me estabas buscando? ¿Pasó algo, Harry?
La voz tranquila de Luna le sonó a él como preocupada, y se sintió triste de descubrir que siempre que había acudido a ella había sido cuando algo malo pasaba.
Ron y Hermione casi siempre estaban con él, en los momentos buenos y en los malos; pero por alguna razón Luna siempre estaba sólo en los malos. Y no de una forma negativa, sino como un consuelo para su alma lastimada.
Notó que no había compartido sus buenos momentos con ella, sino que de alguna forma la chica se había encargado por sí sola de convertir las experiencias malas en momentos soportables, incluso tiernos. La muerte de su padrino, de Dobby... Los Thestrals como un recuerdo agradable a pesar de la muerte, la ilusión de un Dobby dormido al que ella dulcemente le había cerrado los ojos, aliviando en parte su dolor. Se emocionó por un instante y tuvo que recordarse que estaba allí para ella y no al revés, no podía llorar entonces. Era difícil, Luna siempre lo hacía sentir más liviano, fuera de este mundo. Con Luna los seres fantásticos eran reales, la magia que corría por sus venas más tangible, incluso en esos momentos en que aún no lograba creer del todo que algo como el mundo mágico existiera. Luna era magia pura.
—No ha pasado nada, sólo quería pasar tiempo contigo —contestó al fin, después de divagar un rato en sus pensamientos—.
—Qué lindo —dijo ella simplemente—.
Y aunque sonó como si no le importara, demasiado despreocupada, él sabía que era un cumplido sincero.
La brisa movió las hojas y notó que, de nuevo, ella estaba sin zapatos. También notó que el cabello de Luna olía a manzanas verdes pero no se sorprendió con tal frescura. Ella significaba mucho para él, entre ello frescura, alivio, consuelo, alegría y sinceridad frontal... Lealtad por sobre todas las cosas.
La miró de cerca, luciendo tan distraída como siempre mientras su mano recorría el hocico del animal, y descubrió que Luna era bonita en una forma antinatural, como el Thestral. Sus manos se rozaron entonces y se volvió torpe, incómodo, sintiéndose descubierto en un pensamiento indebido.
—Harry —ella le llamó—.
Se sobresaltó a sabiendas que ella a veces parecía poder leerle la mente a los demás, saber cosas que nadie más, y su voz salió tan aflautada como la vez que el verita serum lo llevó a hablar con Slurghorn en el invernadero.
—Luuna
—¿Quieres caminar un poco?
—Oh, si, claro —se recompuso torpemente—.
Caminaron uno junto al otro, por momentos en silencio. Era apasible estar así, juntos. No tenía de esos momentos con Ron, con Ginny, ni siquiera con Hermione.
—¿Qué pasó con tus zapatos? Hace frío...
—Han desaparecido de nuevo, pero está bien, así puedo sentir la tierra blanda, y las hojas como un colchón suave bajo los pies.
Harry sonrío, pero sus ojos lucieron tristes. Ella siempre encontraba cosas buenas, hasta cuando su situación era causada por actos malos.
Se encargaría más tarde, había oído que desde que Malfoy no pasaba con ella casi todo el día desde hace días, habían vuelto a molestarla.—Tal vez deba quitarme los míos entonces —dijo—.
Y así lo hizo, si ella podía caminar descalza en pleno otoño, él también.
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El Dragón y la Luna.
FanfictionDraco está por comprometerse con Astoria, pero todo cambia cuando sale a la luz un antiguo contrato matrimonial que lo vincula a... ¡Lunática Lovegood! #PV2021