Capítulo 5.

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Disclaimer:

Las obras de Harry Potter ni sus personajes me pertenecen, son propiedad de J.K. Rowling. Solo es de mi autoría la trama de esta historia y no autorizo su publicación en otro sitio, entera o parcialmente​, sin mi consentimiento.

Espero que este capítulo sea de su agrado y no hace falta que les diga que espero reviews.

Ahora sí, el capítulo:

Capítulo 5.

Narcisa llevó a Luna a Madame Malkin's a encargar su uniforme escolar para el nuevo curso, luego la apuró para tomar un traslador que las llevaría a Paris para hacer compras en las mejores tiendas de moda. Luna no tenía ningún interés en eso, no le impresionaba la ropa cara y además ya tenía su ropa, no necesitaba más así que ¿para qué gastar? A los Nargles no les importaba que se pusiera para ser sus amigos. De todos modos Luna miraba impresionada la ciudad, ella nunca había estado en Paris, jamás había salido de Inglaterra. Le hubiera gustado que su padre fuera también.

Estaban en la parte mágica de Paris y las tiendas mostraban sus frentes coloridos y con vidrieras adornadas que exponían las prendas y distintos artículos de venta. A Ginny le fascinaría el lugar, pensó Luna.

La voz de Narcisa la sacó de sus pensamientos

—¿Te gusta Paris?

—Me parece un lugar muy bonito, nunca había venido antes. A papá y a Ginny le fascinarían.

—Podemos invitarlos la próxima vez.

A Luna le brillaron los ojos con alegría y sonrió.

—¿En serio? Eso sería estupendo.

—Claro que sí, hoy sólo haremos algunas compras y almorzaremos juntas, pero otro día vendremos a pasear y podrás traer a quien tú quieras.

—Gracias, eso es muy amable, pero creo que no hace falta comprar nada. —comentó con una languida sonrisa agradecida—.

Sin embargo, entraron a diversas tiendas donde Narcisa eligió ropa muy bonita para Luna mientras le explicaba cómo combinarla y le preguntaba que le gustaba o necesitaba. Compró vestidos alegres del gusto colorido de Luna, pero que poseían la elegancia de una Black, camisetas, pantalones, polleras, sweaters y abrigos. Narcisa le encargo a la dependienta de uno de los negocios pilas de ropa interior para Luna y, disimuladamente, también lencería para algún futuro enn que fuera adecuado. Hizo que Luna se probara zapatos y le compró dos pares para el colegio, botas y zapatos para salir. Según Narcisa para que cuando los necesitara, los tuviera.

Mientras caminaban por la calle Narcisa le explicaba a Luna la importancia de llevar bonitos aros y colgantes y un buen maquillaje, pero Luna, como buena Revenclaw, miraba más hacia la vidriera de una tienda de libros que a la tienda de maquillajes.

—Iremos a ver libros si me acompañas a elegir maquillajes adecuados para ti y para mí.

Como toda respuesta Luna sonrió y entró a la tienda de perfumes y maquillajes dando saltitos. No debe olvidarse el detalle de que Narcisa Malfoy era una buena Slytherin, que sonrió de lado porque su pequeño soborno había funcionado.

Narcisa eligió maquillajes de colores muy bonitos, con tonos suaves, por consejo de Luna que le dijo que con un poco de color todo se ve más bello y que los colores pasteles se le veían muy bien. Para Luna eligieron un conjunto maquillajes suaves para todos los días y para salidas o eventos, otros de diferentes tonos de amarillo, rosa, celeste, verde, blanco y negro. Luna le preguntó a Narcisa si podría llevar para Ginny también, así que compraron tres extra. Ya la imaginaba Luna saltando de emoción y toda maquillada.

Finalmente fueron a la librería, donde Luna escogió dos tomos sobre criaturas fantásticas y cómo encontrarlas; y Narcisa un libro sobre jardinería mágica y otro sobre economía en el mundo mágico y muggle.

Almorzaron tranquilamente en un precioso café del Paris mágico, mientras conversaban.

—No era necesario que gastara tanto dinero,no necesito tanta ropa y es muy cara, yo no podría pagarla.

—Era necesario, yo quería regalártela y que pasáramos tiempo juntas, que aprendieras a combinar los colores que tanto te gustan y que no te faltase nada para ir al colegio y a las salidas a Hosmeade. No te he regalado joyas, ya lo hará Draco en algún momento, supongo —puntualizó, tomando un sorbo de té—. Sé que todo ésto puede parecerte muy superficial, pero lo cierto es que Lucius es ahora un poco más sencillo y ha abandonado muchos de los prejuicios con los que ha sido criado, en cuanto a mí, no me considero superficial porque lo que más me importa es el bienestar de mi familia y nunca he creído en esos prejuicios. Pero ciertamente me agrada vestir bien, y es muy importante en el ambiente en que nos manejamos para mantener nuestros negocios e inversiones, ser elegantes, refinados, inspirar respeto y sobre todo ser hábil. Por otra parte, así hemos sido criados. Te pido que lo entiendas, tú podrás ser la de siempre, pero también serás la esposa de mi hijo y te verás envuelta en cenas o fiestas y deberás saber cómo vestir y comportarte para evitar malos momentos. Mi propósito es que aprendas algunas cosas de la alta sociedad para evitar la crueldad de muchos de sus integrantes. Los Slytherin sabemos cómo defendernos de ellos por naturaleza, pero tú eres una Ravenclaw muy joven e inocente.

—Lo entiendo y no me parece algo malo, sólo que me costará acostumbrarme. Papá no sabía bien cómo combinar mi ropa cuando mamá murió y dejó que la eligiera yo. Ha sido difícil para él, pero siempre hemos sido felices a nuestro modo, sin importar los comentarios de los demás.

—Lo sé, pero todo saldrá bien, ya verás. Lucius y yo cuidaremos de ti, se lo prometí a tu madre.

—Gracias, los nargles me dijeron que puedo confiar en usted. Y gracias por salvar a Harry aquella vez, él era la esperanza de que el mal no triunfara —tras una breve pausa, como si nada, agregó:— ¿Nos vamos? Debo tomar el té con papá.

...

Luna paseaba por los jardines de la mansión y buscaba duendecillos o acariciaba a los pavos reales de Lucius, quien nunca se imaginó aprobar tal cosa. Sin embargo lo hacía, y el motivo era que, aunque al principio le desagradaran las extrañas costumbres de su nuera, ahora notaba el cambio. En tan solo unos días la oscuridad había ido desapareciendo de la Mansión Malfoy y se sentía cálida y llena de vida, como si nunca hubiese pasado nada malo allí; y es que la alegría e inocencia de Luna y la calma que su aura despedía cubrían la casa de luz, llevándose los rastros de la presencia de Voldemort. Hasta Narcisa se veía más feliz y usaba ahora sombra de color vivo en sus ojos lo cual, sumado a su innegable belleza, la hacía parecer más joven.

—¿Lo sientes Narcisa? El aura de la casa está cambiando.

—Sí, lo siento y me gusta. Es increíble Lucius, necesitábamos un poco de paz.

—Nunca creí que iba a terminar considerando el hecho de que esa chiquilla fuera a formar parte de nuestra familia como a nuestro mejor evento inesperado. Si no fuera por la aparición ese viejo contrato Draco estaría prometido con una Greengrass, y ni siquiera una Greengrass a pesar de ser rica y de una antigua línea sangre pura podría estar en tan alta estima de la sociedad mágica y contar con amistades que hoy resultan claves para la buena imagen y redención total de nuestra familia. Nuestros errores nos costaron caros, y hasta la casa quedó llena de vestigios de la magia oscura, pero ella es capaz de borrarlos, han estado desapareciendo de a poco desde que llegó, aunque no entienda bien cómo.

—El único problema es Draco, él no sólo no la quiere sino que no la tolera —el tono de Narcisa era de preocupación, pues el matrimonio parecía una perspectiva inevitable—.

—Deberá soportarlo, el contrato no le deja opciones.

—¿Y si el contrato se cumple y los libera luego en algún momento? —preguntó ella—.

—Entonces los dos podrán hacer lo que quieran —aseveró Lucius—.

—Draco querrá separarse y creo que también ella.

—Es por eso que espero que el contrato de acuerdo matrimonial no los libere…

El Dragón y la Luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora