Mar
Las clases iban fenomenal, me encantaban los animales, sobre todo los peluditos, eran un encanto, había algunos que se ponían agresivos pero era de miedo y poder ayudarlos era lo más bonito de mi vida.
En la clínica somos dos en prácticas, Nerea una chica morena con el pelo largo muy liso, bastante desagradable. No habla y cuando lo hace, parece que te va a morder, a mí me encanta hablar, comentar lo que sucede, pero ella simplemente pone los ojos en blanco, una delicia de persona.
Estaba con un cachorrito, intentando vacunarlo pero era imposible, jugaba a intentar morderme las manos y como me daba miedo no hacerlo bien, estuve muchísimo rato intentándolo hasta que tuve que pedir ayuda.
-¿Podéis ayudarme? No puedo es muy travieso.- dije cogiéndolo en brazos y saliendo a la sala continua en la que estaba el profesor con Nerea.
-Ahora voy, este pequeñín es muy revoltoso.- dijo el profesor acercándose y cogiéndolo de mis brazos.
-No puedo, me ha roto tres guantes, con lo pequeño que es y no para.- dije entrando y excusándome
-Yo juego con él mientras tú le vacunas.- comentó mirándome. Era alto, moreno y no tendría más de cuarenta años, hablaba muy despacio y con mucha suavidad, desprendía una armonía increíble y eso hacía que me sintiera segura de mí.
-Vale, ya lo tengo todo preparado, cuando quieras.- lo puso encima de la camilla tumbado mientras lo despistaba con su mano, lo vacuné en segundos.
-Buen trabajo, no se ha dado ni cuenta.- la dueña está fuera esperando, aquí tienes la cartilla.
Toda emocionada salí con él en brazos, una señora mayor se levantó y vino hacia mí.
-Ohh, mi pequeño. Se ha portado bien,? es muy revoltoso y solo quiere jugar.- comento acariciándolo
-Sí, muy bien .Hemos tenido que ser dos porque era casi imposible.- dije riendo
-Muchísimas gracias, ha sido muy amable.- dijo la señora poniéndole una correa rosa y saliendo.
En ese momento noté vibrar el móvil, lo cogí y al ver el mensaje de Mateo me quedé embobada.
-Te echo de menos ❤
Me quedé en línea mucho tiempo, mirando la pantalla hasta que el profesor vino a decirme que me podía ir.
Al salir , me senté en un banco para contestar antes de coger el bus.
-Tengo ganas de verte y aún estamos a Martes
-Yo también te echo de menos, un poquito
No pasaron ni diez segundos cuando recibí otro, tenía que tener el móvil en la mano y eso me hizo sonreír.
-¿Has salido ya? Quiero verte. Dónde estás?
-En la puerta de las prácticas, ¿Y tú?
No contestó y en el fondo me entristecí. Cuando me iba a levantar para ir a la parada sonó.
-Te queda muy bien esa falda.
-Queee. ¿Dónde estás?
Dí vueltas sobre mí, no lo veía y eso me puso muy nerviosa. Entonces fué cuando sentí su abrazo y su olor me inundó mientras me besaba la cabeza y se inclinaba para besarme el cuello.
-¿Qué haces aquí?.- le dije emocionada
-Tenía ganas de verte y no tenía nada que hacer.- dijo girándome y cogiéndome en brazos. Mis pies quedaron suspendidos en el aire mientras me besaba y yo no podía hacer nada más que abrazarlo y disfrutar de su cercanía.
-Vámonos a cenar, seguro que no has comido nada desde esta mañana.- comentó
-La verdad es que no, hemos tenido mucho trabajo.- dije cogiendo su mano y dejándome guiar
-¿Qué te apetece?
-Hamburguesa ummm, o pizza, bueno lo que tú quieras, tengo tanta hambre que me da igual. Si no lo llegas a decir, ni me doy cuenta que llevo horas sin comer
-Entonces vamos al Burguer Tommy que las hacen deliciosas.
-Me encanta que hayas podido venir.- le dije abrazándome a su brazo.
Caminamos uno al lado del otro, no estaba lejos y minutos después ya estábamos sentados con una hamburguesa en la mesa. No me había dado cuenta el hambre que tenía hasta que me la había comido. Mateo sonreía. Estar con él era maravilloso, estaba pendiente de mí, me trataba como a una reina y yo me avergonzaba porque era tan sincero que sus palabras me hacían sentir única.
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Que os parece Mateo? Es increible
Gracias por leer💕💕
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CREE EN LA MAGIA
RomanceLa nueva etapa de unos chicos, la diversión, el amor, los sentimientos verdaderos... te atreves a unirte a ellos.