Capítulo 24 [+18]

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Sí salimos a beber, sin embargo, de nuevo quedé sorprendida por el lugar al que terminó por llevarme Azrel.

Él me hizo escoger un vestido blanco ceñido al cuerpo, corto al punto en que cualquier inclinación daría un vistazo de mi desnudez, ya que no llevaba ropa interior. Lo único que mantenía de Mailyn era la gargantilla con el crucifijo que jamás me quitaba, y tapé de nuevo el tatuaje de mi clavícula con maquillaje.

Estábamos en Parafilia, y no sé si era por la persona que me acompañaba, pero casi sentí que la hormona en el aire estaba más intensificada y las luces de neón más tenues. Tenía la vergonzosa seguridad de que con cualquier piadoso toque de mi jefe llegaría al orgasmo.

Nos condujeron a nuestra mesa del primer salón, ese donde la gente se sentaba cerca de la barra y la pista para hablar antes de escoger el postre de la noche.

—Esto es imprudente —le susurré—. Hay muchos hoteles en este mundo como para que arriesgues la misión entrando conmigo a la boca del lobo.

—¿Por qué lo dices?

—Eres mi jefe, no deberían vernos juntos.

—Ya, pero la cosa es... —Él se fue sentando y me hizo señas con la mano para que hiciera lo mismo—. Que yo no existo. No hay mejor anonimato y libertad que esa.

—¿Cómo que no...?

—¿Sabes qué es lo que más me gusta del juego que vamos a jugar? —preguntó Azrel al levantar la mano para llamar un mesero hacia nosotros.

—¿Un juego? Esto se pone cada vez más interesante... Vamos, dime qué es lo que más te gusta.

—Pues... —Se inclinó hacia mí—. Que, incluso ahora, no puedes mentirme.

Maldito genio.

Cuando el mesero se acercó me di cuenta de que era Roman. Él también me reconoció, y noté su shock sin que él se preocupara en disimularlo. Su cara era un poema. Y es que ese mismo día habíamos hablado para salir, y él tenía una imagen de mí distinta, la de la chica que por algún motivo acompañó a su prima a un trío que no quería finiquitar, la que se mareaba a mitad del club, la que gritaba por dentro para salir corriendo.

Pero, en cambio, se encontraba con esa chica de vuelta en Parafilia cuando el mismo día temprano lo había invitado a él. Y vaya hombre con el que estaba entonces.

Azrel pidió las bebidas y dos shots de ron puro, y cuando nos llegaron se encargó el mismo de servirnos el vodka.

—Esto es así —explicó—. Tendremos tres comodines. De muchas de las preguntas que puedo hacerte, definitivamente desconozco las respuestas. Pero no de todas. Pero tú no sabrás cuál es cuál, así que... cuida mucho tus respuestas, porque si me mientes...

Escuché el arma cargarse, y sentí el cañón apuntado a mi rodilla. No estaba a salvo ni siquiera ahí.

—¿Fui lo suficientemente claro?

—Totalmente.

Sonreí, y no tuve que fingirlo, estaba muy interesada.

—Perfecto. —Me tendió uno de los tragos—. Tendrás tres comodines para evadir mis preguntas. Con uno, tomas. Es el más sencillo. El segundo, es reto. Comprenderás que permitirme el poder de mandarte a hacer lo que me plazca... no será muy sensato. Sin embargo, conozco tu reputación, el terror que sientes a la honestidad, así que... Es tu decisión.

—¿Y el tercero?

—Acabar el juego, la noche, e irnos. Los anteriores, al igual que este, solo pueden ser usados una vez. ¿Te gusta el juego?

Nerd 2.5: Parafilia [+18] [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora