1.

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—Ana se fue.
—Querrás decir que se la llevaron.
—Tu sabes que ella siempre quiso tener dinero sin importarle la manera de conseguirlo.

Isabella negó con su cabeza, en el fondo le gustaría decir que realmente se la llevaron y no que ella encontró la forma de irse con uno de ellos.

—Mamá, no estés preocupada, si mi tía está de acuerdo con eso no entiendo porque tú te estresas.— Le dijo Esme tratando de hacerla sentir mejor.
—Esa no es una buena vida Esme.
—Yo lo sé pero cual es la diferencia entre quererte ir y que te lleven? Ninguna. Todos saben que cuando eres bonita te vas y es mejor asimilarlo de una vez.
—Basta ya.
—Y quien fue el responsable?
—Stark.
—Siempre he pensado que es un viejo, espero por el bien de Ana que sea alguien atractivo porque si no lo es, ni todo el dinero del mundo la hará acostarse con el.
—Pero una pistola si.–Esme asintió y se levantó para irse a dormir.

Esme consideraba que su vida era como la de otra cualquier persona, era tranquila, tenía un trabajo, a su madre, un novio, nada fuera de lo normal. Dentro de lo que cabe todo está bien excepto cuando llegan ellos.
Nadie sabe como son físicamente, no hay forma de identificarlos para poder huir de ellos, sin darte cuenta ellos podrían ser tus vecinos.

Tampoco es como que ellos estén cada día robando personas para su disfrute personal pero si es algo qué pasa y que causa miedo. No sabes si tú serás el siguiente hoy o mañana, te vas a la riqueza pero al mismo tiempo a la soledad, pasar de ser una persona a ser un objeto sexual.

—Pues Lisa pudo volver a su casa.– Trató de defender Morgan.
—Si porque a Lisa se la llevó Banner.– Eli hizo una cara dando a entender que era obvio.
—Y solo porque se la llevo Banner pido volver?– Pregunto Esme curiosa a Eli quien amaba hablar de este tema y estaba muy bien informada.
—Banner siempre regresa a sus chicas, según esto porque él no quiere tener prisioneras en su casa.
—Pues si no quiere prisioneras debería de dejar de robarselas.
—Esme es que él no se las roba, me consta que él siempre manda a uno de sus hombres a preguntar si quieres irte con él.
—A ti ya te pregunto?–Eli le hizo una mueca a Esme y se rio.
—Pues no pero conocí a una chica que si le pregunto, ella no acepto y el respeto su decisión.
—No pues gracias señor Banner, todo un caballero ya nomas falta que deje de vender drogas para que sea perfecto. – Esme le respondió ya harta del tema.
—Ay no seas así, por lo menos hay uno que es un poco decente.
—Mejor me voy, llegaré tarde al trabajo por quedarme a hablar sobre los caballeros que tenemos aquí.

Las se despidieron moviendo la mano y Esme comenzó a caminar a la florería. Esme y su madre tenían una cadena de florerías. Todo comenzó como un pequeño hobbie de Isabella después de que su esposo fallecio ya que él era un amante de las flores y con el tiempo fue creciendo. Desde niña Esme se interesó en las flores gracia a su padre y conforme iba creciendo se fue metiendo en el negocio, debido a eso Esme decidio estudiar administración de empresas para encargarse de todo lo administrativo.

Esme abrió la tienda como de costumbre y a los pocos minutos llegaron Carol y Ned quienes eran los trabajadores del negocio y quienes se convirtieron en amigos de Esme con el paso del tiempo.
La puerta se abrió y un chico muy atractivo con una gran sonrisa entró al lugar buscando a alguien con la mirada.

—No se como haces para que me enamore de ti cada día.
—Eres demasiado cursi.–Tomó la mano de Esme y deposito un beso en ella.
—No puedo evitarlo.
—No deberías de estar trabajando?
—De que sirve ser el jefe si no puedo faltar al trabajo de vez en cuando?
—Peter tú aún no eres el jefe, tu papá es el jefe todavía.
—Es lo mismo, pero vengo a invitarte a un lugar esta noche.
—Dime que no es otra fiesta de tu familia.
—Exactamente es otra fiesta es mi familia.
—Aún no entiendo como tienen tanto tiempo para esas cosas.
—Ellos se crean el tiempo para esas cosas. Anda vamos, yo se que son aburridas pero con tu compañia el tiempo se me va rápido.
—Yo que pensaba que me invitabas porque querías pasar tiempo conmigo.
—También eso.

Esme negó con su cabeza riendo. No le gustaban esos eventos porque la mayoría de los invitados eran gente adulta y aunque ella y Peter ya eran adultos, aún no llegan al nivel de adultez donde tienes mil horas un cigarro en tu mano.

—Peter apenas es la tercera fiesta a la que te dejan ir tus papás.
—Y no quisiste ir a las otras dos. Además mi padre dice que ya es hora de que me involucre con la gente que tiene que ver con sus negocios.
—Cada vez que dices "negocios" lo haces sonar como algo secreto y misterioso.
—Vienes o no?
—Está bien pero, que me pongo?–

Peter me sonrío y salió de la tienda para regresar con una bolsa.

—Me compraste una vestido.
—Decidí correr el riesgo. Pasó por ti a las 7.–Se inclinó y me dio un pequeño beso en los labios para luego irse.

Peter salió de la tienda y como siempre Carol se acercó a Esme para ver si conseguía algún sacarle alguna información sobre el.

—En que trabaja tu novio?
—Dios mío Carol, me asustaste, avisa cuando te acerques así de silenciosa.
—Apuesto a que el papá de Peter es un mafioso. – Comentó Carol entre risas.
—Ni al caso tu comentario, hay gente que tiene dinero honesto.
—Si tú dices.
—Carol no seas así, mi familia tiene una vida bastante cómoda y no somos... eso.
—Pero no conoces a toda la familia de tu novio.

Al terminar la jornada de trabajo los comentarios de Carol intrigaron a Esme quien seguía pensando en todo eso.
Peter y Esme tenían saliendo más de seis meses y en algunas ocasiones estuvieron con los papas del chico, ambos se miraban como buenas personas y digamos que el papá de peter se ve que ya no tiene ánimos para ciertas actividades.

Cuando Peter llegó por Esme aún no estaba lista y tuvo que esperar un poco en la sala junto a la mamá de Esme.
Después de una media hora Esme bajo y después de despedirse de su mamá se dirigieron al auto del Peter.

—Peter, que piensas sobre los mafiosos?
—A que te refieres?
—Que piensas sobre el hecho de que se roben a mujeres para ellos?
—Pues pienso que está mal, debería pensar diferente?
—No pero es un tema del que nunca habíamos hablado.
—Es que no es un tema muy agradable.
—A que se dedican tus papas? Nunca me has dicho.
—Nunca me habías preguntado.
—Pues se me ocurrió.
—A bienes raíces, mi padre tiene varias inmobiliarias en el país, es un negocio que tiene bastante años pero no son casa comunes sino edificios y casas de lujo.
—Con razón eres rico.– Peter soltó una carcajada y Esme lo acompañó.

—Y esperaste más de medio año para preguntarte de donde sacaba el dinero?
—No quería que pensaras que solo quise ser tu novia por eso.
—Se que no necesitas el dinero y si solo fuera por eso no me molestaría, con tal de que fueras mi novia te daría todo.
—Que oferta tan tentadora.
—Llegamos.

Se bajamos del auto y entraron al gran jardín que estaba lleno de pequeñas luces que parecían estrellas haciendo que toda la fiesta luciera muy hermosa y aunque era un enorme jardín no había tanta gente como la chica pensó que habría. Peter la tomó de la mano y la llevo con sus papas para saludarlos y se quedaron ahí por un rato.

Todo marchaba bien, la fiesta era un éxito, la comida era deliciosa y Peter y Esme bailaban en la pista junto a varias parejas hasta que Esme la vio, traía puesto un hermoso vestido de color azul cielo y su cabello largo y negro estaba lacio. La chica sintió una mirada sobre ella y cuando vio de quien era la mirada, desvió sus ojos al piso. Esme quería pensar que se estaba confundiendo y que en realidad era alguien más, alguien que solo se parecía pero cuando vio que unos pies se estaban acercando a ellos entró en pánico pero lo que la dejo helada fue escuchar ese nombre.

—Anthony si viniste y con tu nueva novia por lo que veo.
—Así es, te presento a Ana.

Líderes -Bucky Barnes-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora