3.

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—No me gusta que te vayas caminando al trabajo porque a veces yo no puedo acompañarte.– Peter trataba de detener a Esme.
—No usare mi auto para ir a tres cuadras lejos de mi casa.
—O sea, tu eres unas de las personas que más le teme a ya sabes quienes pero no quieres cuidarte.
—Es que yo no debería de tener que cuidarme.
—Yo lo se, pero tristemente este mundo es malo Esme pero la buena noticia es que hoy si podré venir por ti.
—Tranquilo Peter.

Esme Iba caminando a la florería cuando Peter la encontró, el sabe que siempre camina hacia él trabajo y la mayoría de las veces trata de venir y acompañar a Esme para que no ande caminando sola por las calles aunque solo son tres cuadras, a Esme le parecía exagerado pero entendía su entiendo su punto.

Hacía una semana que había ido a la fiesta de Peter y que vio a Ana. Decidió no contarle a su mamá para que no se preocupara.
Ella y Peter volvieron a hablar del tema y la chica llegó a la conclusión de que él no sabía quién era en realidad Stark y  que para un hombre con ese estilo de vida era algo conveniente tener un alias sino es que varios.

—No soportó cuando caminando y estás callada, siento que estás enojada conmigo.
—Tienes que dejar de ser tan inseguro, a veces solo me pongo a pensar. – Esme le sonrió tratando de tranquilizarlo.
—Te tengo una propuesta.– Dijo Peter cambiando el tema de repente.
—Dime.
—Mi hermana acaba de volver de Egipto y quiere conocerte así que hice planes con ella para que vayamos a almorzar.
—Está bien.– Esme asintió— Puedo salir a comer a la 1 y vamos.– Peter hizo una cara de negación.
—Ella ya había quedado con sus amigas de irse a un spa al medio día entonces le dije que irías a desayunar a la casa hoy.
—Peter como voy a desayunar si estamos aquí? Son las 9 de la mañana, eso debió ser más temprano.
—Mi propuesta es que faltes al trabajo y vayamos a mi casa, ella se levanta como a las 10.
—Es que no se.– Esme sonaba algo insegura.— No me gusta dejar a Carol sola porque luego le dan nervios.
—Por favor Esme, mira solo será un rato y ya traigo después del desayuno y ya te quedas hasta que cierras.

Esme fingió que lo pensaba y se tardo unos minutos para hacer que Peter se desesperara solo por diversión.

—Bueno. Ay Peter es que tu cara es tan bonita que no puedo decirte que no.
—Cállate si es raro cuando me dices que si a algo.

Llegaron a la florería y Esme fue directo hacia Carol para decirle que ella se quedaría a cargo solo por un par de horas mientras que Peter llamaba a su casa para que alguien viniera por ellos. Después de media hora llego el señor Max por los chicos y se fueron hacia la casa de Peter.

—Es que a mí me dijo Sierra que se
iba a ir hasta después de las 12.

Sierra ya no estaba en la casa cuando  llegaron y Peter la llamo molesto y ella dijo que la perdonaran pero que su cita se había adelantado y que sería para la próxima vez.

—Pues ya estamos aquí así qué hay que tener un desayuno romántico.– Peter le sonrío y le dio un beso en la mejilla a Esme.
—Te quiero decir algo Esme.
—Dime.
—Yo se que no llevamos mucho tiempo juntos pero de verdad estoy muy enamorado de ti.–Esme estaba seria con su boca llena de hot cakes.— Y no se como vas a tomar esto y no necesito que tú me lo digas, solo quiero expresar lo que siento y es que te amo.

Peter agarro su mano y en sus ojos se podía ver que de verdad sentía lo que estaba diciendo, Esme amaba ver sus pequeños ojos y como se iban haciendo más pequeños cuando se reía, amaba como se ponía nervioso cada vez que estában juntos, amaba el sonido de su risa y su cabello que ahora estaba un poco más largo de lo normal creando pequeños rizos de color café. En conclusión ella también amaba a Peter Parker.

—Yo también te amo Peter.– la hermosa sonrisa de Peter apareció en su cara y se paró de la silla para besarla pero ese beso se sentía tan diferente, lleno de muchos sentimientos, haciendo que Esme se sintiera como la chica más afortunada del mundo.
—Nunca olvidare la primera vez que te vi en la florería y pensé que eras la niña que ayudaba ahí, jamás pensé que eras la dueña.
—Pues yo no olvidare que fuiste a comprarle flores a tu novia.
—Y tiempo después volvería a la florería para darle un ramo a mi hermana porque se iba a ir de viaje, volvería solo por una flor, volvería por mil cosas más.
—Desde que te vi me pareciste muy guapo con tu carita de bebé pero me pareció muy sospechoso que después siguieras yendo.

Peter tenía que ir al trabajo y el chofer de el, el señor Max fue el encargado de llevar a Esme de regreso a la florería.

—Max, tengo que comprar algo en la tienda, por favor déjeme ahí.
—Señorita el joven Peter dijo que la dejará en su trabajo.
—Ya se pero la tienda solo está a unos cuatro locales de la florería.
—Esta bien.– Max aceptó pero tenía dudas.

Al salir de la tienda y caminar hacia la florería, Esme se sentía muy feliz por lo que Peter me había dicho. Estaba tan enamorada de él que algunas veces se ponía a imaginar cómo sería su boda.

sentía que caminaba por las nubes, imaginando su vida perfecta a lado del hombre que amaba hasta que un carro negro se paró a lado de ella y dos hombres se bajaron y le taparon la boca y nariz con un pañuelo de color negro, luego de unos segundos sintió como sus ojos se iban cerrando.

Esme despertó en un pequeño cuarto encima de una cama, las paredes eran de color crema y había dos puertas, una era el baño y la otra la entrada y salida de la habitación. Al voltear a todos lados en una esquina había una pequeña cámara, no quería creer en donde estaba, la chica lo sabía pero no quería creerlo, la tenían, uno de ellos la tenía.

—Tráeme a Quill.–Quill entró a la habitación y escuchó como la chica estaba llorando.
—Dígame señor.
—Que fue lo que te pedí?
—Me pidió que le trajera a la hija de los Parker.
—Y que más te dije?
—Que lo hiciera lo más rápido porque se volvería a ir del país.
—Y que hiciste?
—Yo la traje señor, ahí está llorando.
—Y obviamente confirmaste que era ella, verdad?– Quill se puso nervioso y asintió.— Que tan seguro estás?
—Ella salió de la casa en el carro de los dueños y...– Quill fue empujado contra la pared y unos ojos llenos de furia lo miraron.
—¡Ella no es Sierra Parker!
—Señor yo estaba seguro de que si...Usted la quería rápido y yo por eso me confié en que era ella para que usted estuviera feliz...perdóneme señor, deme otra oportunidad ya no lo defraudaré– Quill fue soltado por su jefe y se relajó un poco.
—Solo querías hacerme feliz, me gusta que pienses así, el único problema que veo aquí es que yo no doy segunda oportunidades.

El hombre sacó una pistola y le disparó a Quill.

Líderes -Bucky Barnes-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora