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Esme estaba en el jardín regando las flores y pensando en lo que había pasado. No podía olvidar lo que James había hecho para ella, jamás pensó que alguien haría algo así, algo tan lindo pero a la vez tan importante.

Se sentía feliz y emocionada pero no podía evitar que llegaran pensamientos negativos a su cabeza. Peter y su madre la atormentaban desde que había besado a James, estaba segura de que su madre era capaz de prohibirle volver a su casa si sabía que estaba en algo con James y Peter, como le diría que el hombre que la secuestró ahora la quiere.

Otra cosa que la preocupaba era James, ella sabía que él estaba obsesionado con Sierra, el gran amor de su vida y aunque si le creía a James, una pequeña parte de ella no estaba del todo convencida, ¿Que pasaría si James un día le dice que no quiere nada con ella? ¿La echaría de la casa? ¿Viviría para siempre en su habitación? Había demasiadas cosas que tenía que aclarar.

James llevaba 10 días fuera, Steve lo llamo para que viajaran a Colombia. Ahora que Steve estaba a cargo y Loki castigado podía decirse que James estaba ayudando los demás a organizar los envíos. A pesar de que James estaba fuera, tal y como prometió nunca faltaba una flor para Esme. A veces estaba a lado de su cama, un día estuvo en la cocina e incluso estuvo en el baño Justo cuando salió de bañarse.

—Llamó el señor, dijo que estará aquí en unos 30 minutos.

Elena estaba parada detrás de Esme, al escucharla la chica volteo y se sorprendió.

—Me asustaste Elena, gracias por avisarme.
—No deberías de confiar en él.
—Elena...
—En todo este tiempo lo has conocido, sabes de todo lo que es capaz de hacer, de verdad crees que va a cambiar? Crees que tú puedes hacer que olvide a la otra mujer? Ha tenido aquí a mujeres que ni te imaginas, mujeres perfectas, por qué piensas que tú puedes cambiarlo?

Esme se quedó muda. El que Elena le haya dicho eso le dolió, sabía que James había estado con las mientes mujeres pero el hecho de que ella se lo restregara en la cara la lastimó.

—Puedes irte.

Elena de retiro sin ver a Esme, ella cumplió con la misión de advertirle y no podía hacer más. Esme siguió en el jardín y se acosto en el pasto.

Una mano comenzó a mover a Esme, despertándola, abrió sus ojos y lo primero que vio fue la cara de James sobre la suya con lentes de Sol.

—Tienes una enorme casa con 10 habitaciones y prefieres dormir en el pasto. Fuiste vagabundo alguna vez?– James la miraba con una sonrisa.
—¡Llegaste!– Esme se puso de pie rápido y abrazó a James.
—En serio te extrañe.

James seguía sin soltar a Esme. Los días que estuvo lejos de ella los sintió eternos, se había acostumbrado a verla cada día que no se sentía cómodo sin la presencia de ella.

—Estos dias se sintieron como semanas.– Esme se separó y se quedó frente a él.
—Cuando usas esos vestidos me dan unas ganas de cogerte que no te imaginas.

Esme se puso roja y solo soltó una carcajada nerviosa. James se acercó a Esme para besarla pero Colson llegó.

—Que mierda quieres.– Le dijo molesto James.
—Ya está todo listo señor. –James asintió y Colson se fue.

—Que es lo que está listo?– Pregunto Esme.
—Tengo que irme de nuevo.
—Pero acabas de llegar.– Le respondió con decepción.
—Lo se, ves porque odio no ser el líder? Tengo que hacer todo el trabajo que nadie quiere.– Dijo en tono molesto.
—Entonces tenemos que hacer que el poco tiempo valga la pena.

Esme tomó la cara de James y lo beso. James la pego más hacia él y Esme soltó un sonido. El beso comenzó a volver intenso y James bajo sus manos hacia el trasero de Esme mientras que ella movía un poco sus caderas frotándose contra James.

Líderes -Bucky Barnes-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora