17.

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Todos los días desde hace años James tenía la misma rutina cada día y muy rara vez la rompía. Se levantaba y lo primero que hacía era bañarse y escoger el traje de ese día, mientras escogía su traje pedia que para cuando estuviera vestido su desayuno ya estuviera en su habitación o en su estudio, esos eran los únicos lugares en los que siempre comía. Para las 8 am ya estaba listo para irse a su empresa porque efectivamente James tenía una empresa y varios Gracias pequeños bajo otro nombre con los justificaba todas sus ganancias pero este día todo fue diferente.

Se despertó y ya iba a levantarse cuando recordó que estaba de vacaciones y que podía dormir más si así lo quería pero por mas que lo intento no pudo pero pidió que el desayuno estuviera en el comedor.
James estaba leyendo el peridodico mientras comía cuando Steve entró y se sentó en la mesa a lado de él viéndolo fijamente.

—Como te atreviste? Sabes que está prohibido hacer eso.
—Así que ya te enteraste.
—Pensabas que nunca sabría?
—Pensaba que no sabrías que fui yo.
—Por lo menos hubieras esperado más tiempo James, nos acabas de decir que Stark era un problema y ahora amanece muerto, uno de nosotros asesinato por uno de nosotros.
—Para empezar yo no lo mate, contrate a alguien para que lo hiciera y en segunda, que se supone que debía de hacer? Esperar a que hablara? Lo hice por todos nosotros.
—Pero no puedes decidir tu solo eso, somos un equipo, hay reglas que tú mismo estableciste.
—Si mal no recuerdo el jefe soy yo. Mira Steve, ya está hecho y de nuevo gracias a mi estamos a salvo, por ahora.
—Y su familia?
—Ellos no quedarán en la calle si eso te preocupa, tampoco soy tan malo.

Steve se quedó analizando todo, si bien era cierto que no podían esperar sentados a que Tony no hablara sabía que había una probabilidad de que esta acción de James le consiguiera el rencor de los demás.

—Nadie puede saberlo James, dejarán de confiar en ti y pueden abandonarte.
—Nadie lo sabrá Steve, pensarán que fue por una pelea, ademas sabemos que Tony tenía muchos enemigos.

Steve asintió pero en el fondo no se sentía agusto con todo esto. Se puso de pie y se dirigió a la entrada que llevaba a las escaleras.

—A donde vas?– Pregunto James curioso.
—Veré a Esme, necesito que se me baje el coraje un poco.– Dijo Steve guiñándole el ojo a James.
—Ella no está, fue de compras.
—Tan temprano?
—Parece que tendrás que quitarte el coraje de otra forma.
—Iré a cogerme a Nat.

Steve se fue y James siguió comiendo en el comedor hasta que se terminó todo y fue a sentarse a la sala. Eran ya las 9 am y no sabía que más hacer, nunca había estado en su casa sin tener algún pendiente por hacer. Prendió la enorme televisión pero a los segundos la apago, se puso de pie y fue hacia arriba y cuando llego a la puerta la tocó dos veces.

—Pasa Elena.–grito Esme desde adentro.

James abrió la puerta y entró para encontrarse a Esme en el tocador peinando su cabello mojado, cuando lo vio ella se sorprendió.

—Pensé que eras Elena, normalmente ella viene a esta hora a decirme que vaya a desayunar.
—Nos vamos de compras.
—Que? Por qué?
—Porque quiero, en 20 min nos vamos.
—Pero ni siquiera he desayunado.
—No te pregunte.— Dijo James torciendo sus ojos y saliendo del cuarto.

Esme termino de peinarse y busco unos zapatos, fue por una bolsa pero luego recordó que no tenía nada que poner adentro de ella y la dejo en la cama para luego bajar y esperar a James al pie de las escaleras. James apareció vestido con un pantalón negro, camisa negra con pequeños puntos, una chaqueta de cuero y lentes de sol, parecía que había salido de una revista mientras que Esme solo traía una camiseta blanca y unos leggins negros con tenis.

Líderes -Bucky Barnes-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora