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El mismo auto que los recogió del aeropuerto los estaba esperando afuera del restaurante. Cuando terminaron de comer James vio que Esme bostezaba y llamó al chofer para que fuera a recogerlos. Se subieron al auto y Esme se quedó viendo por la ventana la hermosa ciudad y James solo la miraba a ella.

Cuando James estuvo fuera por el trabajo no podía dejar de pensar en Esme, le sorprendía como en un segundo toda su persona quería hacer un cambio, él y Esme ya tenían meses de "convivir" por así decirlo pero tenían muy poco de conocerse realmente pero para él ese tiempo se había sentido como una vida y no quería desperdiciar más tiempo sin ella aunque sabía que podría llegar a parecer intenso.

Llegaron a una enorme casa pero no igual de grande que la casa de James en Inglaterra, tenía la fachada de las casas de verano que se ven en las películas.

—Está es mi otra casa, hace poco la remodelaron así que será una sorpresa para los dos verla.

Entraron y había un hermoso recibidor de color beige, Esme asomó la cabeza y vio que la casa era de esos colores lo cual la hacía muy iluminada. James tomó su mano y le mostró toda la casa, cuando llegaron al jardín había una mesa que tenía un ramo de peonias rosas y Esme sonrió.

—Eso es para ti, al parecer aquí solo te venden esas flores en ramos.
—Supongo que este ramo serán las flores de una semana.
—Quien me crees? Soy capaz de acabarme mi dinero para que tengas un ramo diario.

Esme solo se rio y tomó el ramo para entrar a la casa, el viaje y la caminata la había cansado y solo quería estar sentada.

—No soportó mis pies, solo quiero quitarme los zapatos y acostarme.
—Creo que no fue buena idea ir a pasear en cuanto bajamos del avión.
—¡Claro que fue buena idea! Ha sido la mejor bienvenida.
—Colson me ayudo, no puedo llevarme todo el crédito.
—O sea que además de ser tu guardaespaldas, chofer, también es tu asistente personal? Sabía que eso es explotación laboral?
—Con lo que gana créeme que no puede quejarse.

Subieron las escaleras y James la llevó a una puerta de color beige, la abrió y había una cama matrimonial con sábanas de color lila y una puerta de cristal que daba a un balcón frente al jardín.

—Lila?– Le preguntó Esme mientras se dirigía a la cama.
—Lo pedí para ti, el blanco es un color sin vida y creí que te gustaría algo más alegre.
—Aqui dormiremos los dos?– James noto el nerviosismo en sus parlabas.
—No, yo tengo mi habitación Justo a lado.

Esme se sentó en la cama y un enorme suspiro salió de ella, James se acercó y se sentó a su lado.

—Que pasa? No te gusto esta habitación? Si te parece pequeña puedes tomar la mía, aunque el lila no es mi color no me importa.
—No es eso, es que, James.
—Esme.
—Yo se que quieres sexo y que yo te dije que fuéramos lento y se que esto es complicado para ti y entiendo si estás molesto por el hecho de que tengamos que estar en cuartos separados créeme que se lo ridículo que esto es.– Le dijo Esme sin respirar.

James la miraba fijamente y la sonrisa que tuvo durante el día se había ido, ahora solo estaba una cara de preocupación.

—Terminaste?– Esme asintió— No te mentiré, quiero cogerte como si no hubiera un mañana y el solo hecho de que me sonrías haces que esta mierda– Señaló su entrepierna.— Se vuelva enorme pero también entiendo la forma en que esta relación surgió, no fue la mejor manera y trato de arreglar eso, Esme solo con verte me siento lleno, no se que hiciste me tienes hechizado, con solo saber que estás conmigo, que puedo besarte, tocarte, hacerte feliz me hace sentir más vivo que mil orgasmos aunque te repito, una parte de mi está desesperado por estar dentro de ti.

Líderes -Bucky Barnes-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora