Capítulo 13: Nuevo Comienzo✔

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San Francisco, CaliforniaLisandro 21 años

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San Francisco, California
Lisandro 21 años

- Ahh... - gimió el chico de manera placentera cada vez que Lisandro lo penetraba por detrás - Más...rápido.

Él cumpliendo sus peticiones lo penetró con más profundidad hasta que sus testículos comenzaron a golpear con el trasero del chico haciendo así un ruido que para los oídos de Lisandro era placentero.

El chico de nombre Nicolás se encontraba dándole la espalda y con su pecho y cabeza pegados sobre el escritorio de una aula a la que nadie entraba a excepción del personal de mantenimiento.

Lisandro tomó con algo de fuerza la cadera de Nicolás y comenzó a penetrarlo más rápido. Su pene entraba y salía del ano de aquel chico, una, otra y otra vez. La mano de Lisandro se deslizó lentamente por el estómago del joven hasta llegar a su miembro, lo tomó y comenzó a masturbarlo de arriba a abajo.

- Lisandro... - el chico estaba tan excitado que no dejaba de gemir y mucho menos gritar.

Las manos de Nicolás se sostuvieron con fuerza de las orillas del escritorio.

- ¿Te gusta que te folle duro, eh? - gruñó Lisandro el su oído, él solamente asentía y ni decía nada - Quiero palabras.

Con su otra mano lo tomó del cabello y sin dejar de penetrarlo y de masturbarlo alzó su rostro a la altura de su cuello.

- Sí...me gusta...que me lo hagas...duro - después de eso soltó un gran gemido y se corrió en su mano - Ahhh...Joder.

Dió un par de embestidas más y comenzó a sentir unas pulsaciones en su tronco lo que quería decir que él también se iba a correr. Todo su semen quedó dentro del preservativo que se había colocado anteriormente.

Tomó unos segundos para reponerse y recuperar la respiración. Al separarse, ambos se subieron la ropa interior y el pantalón. El menor de ellos llamado Nicolás se giró y se acercó a Lisandro con una sonrisa ladina. Su mano se posó en su mejilla y comenzó a acariciarla muy lentamente.

- ¿Cuándo podemos repetirlo, cariño? - él al escuchar como lo había llamado lo molestó mucho - La verdad, me encantó como lo hiciste, lo haces muy bien.

Rápidamente él tomó fuerte su muñeca para que dejara de acariciarlo. Nicolás en cambio hizo un gesto de dolor, lo cual a él le importó muy poco.

- Número uno, me vas quitando esos apodos cursis, porque conmigo no van - soltó su mano y se retiró un poco de él para tomar su playera junto a su sudadera - Y número dos, yo jamás repito el mismo platillo dos veces, niño.

NUESTRO CHICO © (Nosotros #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora