~TERMINADA~
Libro #2 (Saga Nosotros)
TERCERA TEMPORADA DISPONIBLE
EN MI PERFIL
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- Mamá... - susurró enmedio del llanto - ¿Un hombre se puede enamorar de dos per...
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Lisandro 16 años
- Vamos, vamos... - susurré concentrándome en la imagen que tengo frente a mí.
Muevo mis manos de un lado a otro controlando la adrenalina del momento.
Esto de verdad es excitante.
Muevo mi palanca rápidamente. Giró a la derecha y al mismo tiempo a la izquierda para dar la vuelta en una curva cerrada y poder derrapar a la perfección, bueno eso era antes de...
- ¡Hijo de puta! - me fui demás chocando con el alambre de púas que se encontraba rodeando la pista. Eso provocó que mi coche se volcara.
Me molesté más al ver las letras que no quería ver"Game over". Era la única oportunidad de ganar la carrera final...y fallé.
Tendré que jugar de nuevo otros 387 niveles para llegar aquí.
- ¡Lisandro Anderson! - el grito de mi hermana me asusta tanto que provoca que suelte de golpe el mando del videojuego.
Al girar la vista veo a mi hermanita menor que yo por unos minutos, en el umbral de la puerta de mi habitación.
- Joder, Alessia - recogí el mando y lo dejé en su lugar - Déjame en paz, ¿Quieres?
Mi hermana, es como un grano en el culo. Siempre me fastidia, pero eso no evita que la quiera mucho y tenga la necesidad de protegerla de todos.
- ¿Qué te ha dicho papá Nick, acerca de decir malas palabras? - me reprochó, cruzándose de brazos y mirándome seria.
- Que no las diga cuando ellos o en este caso mamá, estén presentes - dije obvio, eso provocó que ambos ríeramos.
- Tonto - dijo mientras negaba - Recuerda que mañana después del Instituto tenemos que ir a recoger a Emilia, a casa de tío Ben y tío Ángel.
Emilia, mi pequeña roedora. Así le decimos de cariño todos en la familia. Muy pronto sabrán de ella.
- Sí, ya no molestes.
- Que humor, adiós. Te quiero, hermanito - dijo para después salir y cerrar la puerta.
- ¡Yo también te quiero, enana!
Alessia tiene mucho parecido a mi madre. Ella es una mujer maravillosa, trabaja en la empresa junto con mis padres.
Nos contó una vez a Alessia y a mí, que quería estudiar la carrera para ser pediatra. Pero que cuando nacieron sus pequeños conejitos, se arrepintió por completo. Eso de cuidarnos día o noche, para después ir a su trabajo y tratar con más niños berrichudos y que no paran de llorar, la estresó demasiado, al punto de que mejor decidió estudiar Administración de Empresas al igual que mis padres.
El sonido de mi móvil llama mi atención, lo sacó de la bolsa de mi pantalón y verificó quien es.
Es un mensaje del grupo que tengo con mis mejores amigos, Chase y Alan.
