Capítulo 31: Significado✔

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De nuevo estamos en San Francisco

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De nuevo estamos en San Francisco. Después de estar varios días fuera de aquí, volvemos nuevamente a la Universidad y sobre todo a las peleas clandestinas. Nunca creí decir esto, pero extrañé mi rutina diaria. Ahora nos encontrábamos en el apartamento de los amores de mi vida. ¿En qué momento volví a hacer el Lisandro romántico y cursi de antes? Me gusta más mi faceta mala, pero cuando estoy a solas con ellos mi yo sensible sale a flote.

- Bien, guapo ¿Qué quieres hacer un domingo por la mañana, antes de volver nuevamente a la Universidad? - me preguntó Jace con una voz pícara.

¿Soy el único que piensa que esa pregunta tiene otro sentido más tentador?

- No lo sé, ¿Qué proponen? - respondí con el mismo tono de voz - Estoy dispuesto a aceptar cualquier cosa.

- ¿Cualquiera...? - preguntó está vez mi chica de manera muy provocativa.

Sus pasos la fueron acercando a mí, hasta que no pude resistirme más. La tomé de la cintura con una de mis manos y la acerqué hasta que su rostro chocó con mi pecho.

- Estás en zona peligrosa, pequeña - susurré con mi voz un poco más ronca de lo habitual - Estas a tiempo de parar.

Ella alzó y bajó las cejas de forma coqueta. Mis ojos bajaron a sus labios y ella inmediatamente se mordió de una forma lenta su labio inferior. Sus manos se colocaron en el borde de mi camisa y comenzó a subirla lentamente hasta quitármela por completo para después tirarla a alguna parte de la habitación.

- Solo quiero acostarme en la cama al lado de mis dos chicos - su voz tierna me hizo aceptar inmediatamente.

No quería que se sintiera presionada, a pesar de que con anterioridad habíamos tenido sexo. Sin más nos recostamos los tres en la cama, quedando yo enmedio de ambos. Jace se quedó a mi derecha y Coral a mi izquierda quedando así ella frente a mí.

Duramos un par de minutos los tres abrazados sin decir nada. La pequeña Coral comenzó a acariciar mis tatuajes y a contornearlos de manera curiosa con sus pequeños deditos. Cuando frunció su ceño sabía que se avecinaban las dudas.

- ¿Tus tatuajes tienen algún significado, bombón? - lo dicho. Me miró fijamente esperando una respuesta.

Todos los tatuajes que tengo hasta la fecha me los hice cuando llegué aquí. Para ser más justos el que me los hizo fue recomendado por mi amigo Ryan.

- Sí - respondí - Cuatro, de los cinco tatuajes que tengo tienen un significado muy especial para mí.

A mi espalda Jace comenzó a hacer un trazo de manera suave en el centro de mi espalda, de arriba hacia abajo. Para ser más exactos en el tatuaje más grande que me he echo hasta la fecha. El diseño consistía en una espada que tenía una serpiente enroscada alrededor de esta.

- ¿Nos puedes decir que significan? - está vez preguntó Jace - Empezando por éste que tienes en tu espalda. Se ve muy interesante.

- Muy bien - suspiré, me levanté y me senté en la orilla de la cama. Ellos imitaron mi acción y cada uno se colocó a un lado de mí - De hecho, el tatuaje que tengo en mi espalda es el único que no tiene significado alguno para mí. Solo me gustó el diseño, me hacía sentir un chico malo cuando me quitaba la playera para pelear. El tatuador me dijo que significaba odio a la policía, ya que la espada representa a un delincuente y la serpiente a la policía.

- Vaya, increíble - susurró mi chica.

Coral tomó mi muñeca izquierda y la levantó. Ahí tenía otro de mis tatuajes, mi favorito. Una fecha hecha con números romanos.

- Está es una fecha especial, es la fecha en la que mi hermanito Danilo nació.

- Vaya, que increíble - susurró Jace.

Decidí continuar con el otro tatuaje que consistía en un rosa en el lado derecho de mi cuello.

- Esta rosa de aquí - señalé el lugar - La hice en honor a una mujer que formó parte de mí vida, era Nana de mi madre cuando era adolescente. Después cuando Alessia y yo nacimos, ella nos cuidaba y nos mimaba mucho. La queríamos mucho, por eso en la parte de arriba de la rosa dice en letras pequeñas su nombre "Génesis". La extraño mucho.

- Ohh...cariño, lo siento mucho - Coral colocó su palma en mi espalda y frotó de arriba hacia abajo.

Aún recuerdo cuanto nos consentía. Nos decía del diario que éramos sus hijos, que aunque no hayamos nacido de ella, siempre sería como una madre para nosotros. Cada fin de semana nos llevaba a su casa y hacíamos galletas de mantequilla y otras con chispas de chocolate.

Jace besó mejilla haciéndome despertar de mis pensamientos. Me di cuenta que estaba llorando, carraspeé un poco para deshacer en nudo que se había echo en mi garganta y me limpié las lágrimas.

- Si quieres lo dejamos aquí - yo negué - No es necesario...

Me levanté de la cama quedando de pie frente a ellos.

- Si lo es, quedan solamente dos más - insistí. Ellos asistieron no muy convencidos. Comencé a subir la manga derecha de mi pantalón de pijama para dejar ver el tatuaje que tenía al final de mi pie. Era una huella de cachorro con unas alas a los costados - Este tatuaje lo hice en honor a mi perrita Kyra que se extravió hace un par de años. Estuvimos buscándola por mucho tiempo, pero jamás la recuperamos.

Ese fue un golpe muy duro para nosotros. Más aún porque cuando Kyra se perdió estaba embarazada de siete cachorritos, mi madre se puso muy triste, ya que mis padres se la habían regalado. La buscamos de todas las manera posibles, pusimos carteles con su foto y números de teléfono, también en redes sociales la compartimos etc. Esperamos meses, pero jamás hubo respuesta alguna. No había día en que no salieramos a buscarla con la esperanza de encontrarla.

- Cuando te conocimos en preparatoria, siempre creímos que habías tenido una vida feliz, pero ya veo que son pocos los que tienen suerte de tener una vida así - dijo Coral con una voz melancólica, su mirada estaba perdida.

Lo que menos quería en este momento era que ella recordara nuevamente todo lo que había sufrido en ese tiempo. Miré de reojo el único tatuaje que quedaba por hablar, estaba en mi antebrazo derecho. Eran tres triángulos entrelazados entre si. Este tiene el significado más importante en la actualidad.

- ¿Ese tatuaje que tienes ahí es porque te encantan las matemáticas? - preguntó Jace de manera graciosa, señalando a la vez mi brazo.

Coral sacudió su cabeza, saliendo totalmente de sus pensamientos y nos miró confundida.

- Claro que no - me carcajeé por la ocurrencias que decía - Tiene otro significado, el más grande de toda mi vida. Somos nosotros tres...fue el primero que me hice, admito que estaba un poquito ebrio cuando me lo hice, pero sin embargo me encantó el resultado.

Ellos me sonrieron encantados. Una vez que terminé de contar todo sobre mis tatuajes, comenzamos a hablar de temas diferente. Coral comenzó a hablar de que estaba optando por estudiar la carrera de derecho.

- Quiero poder ayudar tanto chicas como chicos que hayan pasado por lo mismo que yo - se quedó pensando un momento y después volvió a hablar más bajo - Que tengan justicia y no quedé impune cómo el mío.

Iba a hablar cuando unos toques en la puerta me interrumpieron. Fue tanta la insistencia de los toques que opté por levantarme para ver quién llamaba con tanto desespero. Al abrir la puerta ví a Maya, pero al notar su rostro todo en mí se comenzó a preocupar.

- Lisandro, tengo que hablar contigo - sus ojos estaban llorosos y su hablar estaba entrecortada - Ahora.

NUESTRO CHICO © (Nosotros #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora