12

756 71 7
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


22 de junio 1864—Argyll—Escocia

Mi queridísima Candy.

Os echo tanto de menos, apenas y puedo creer que estéis casada y viviendo en Londres. Me hubiera gustado quedarme una larga temporada allí contigo, pero mis asuntos políticos me lo impidieron. Me alegra saber que Terrence y vos se llevan bien y que vuestro matrimonio está mejorando. Le rezo a Dios Padre, para que pronto lleguen los hijos, puedo augurar que serán unos niños preciosos, inteligentes y que estarán llenos de amor. Todos en Lakewood te extrañamos y ni se diga tía Kathleen, la pobre no deja de recordarte con gran amor y anhelo.

El motivo de mi carta, es para invitaros a mi boda, a la cual espero que asistan. Annie, finalmente aceptó mi propuesta, así que en dos meses me caso, soy consciente de que es muy precipitado, pero juro por Dios, que ya no puedo esperar más. Además de que mis asuntos me demandan demasiado tiempo, apenas y logre conseguir tres días para estar de luna de miel.

Algunos de nuestros parientes siguen preocupados por vuestro matrimonio, consideran a Terrence un inglés bárbaro, y siendo honesto, se muestran renuentes a siquiera conocerlo, pero estoy convencido de que a la tía Kathleen le agrada, aunque no lo demuestre, y el tío William, no hace otra cosa que odiarlo por haberse llevado a una joya escocesa. ¡Dios misericordioso! Ese hombre te adora, y cómo no hacerlo si eres el vivo retrato de su adorada hermana Rosemary.

Vuestro padre fue visto paseando por el castillo de Slane, según fuentes cercanas, se le nota con un semblante sombrío, que apenas y puede pronunciar un saludo.

Mi querida Candy, os ruego que arregléis las diferencias que existen entre vosotros dos. Sea como sea es vuestro padre y os quiere mucho. Debes entender que desde que falleció tía Rose, la vida no le ha sido fácil y menos con una hija por la cual debía velar y educar. La vida es tan corta, que se nos va en un pequeño suspiro, no permitáis que ese corazón puro, se oscurezca por el odio y rencor.

Ambos deben hablar, y sacar ese dolor que han estado guardando por todos estos años, tampoco ha sido fácil para ti, pues tuviste que padecer sus largas ausencias y su indiferencia. Pero todo tiene un motivo. Para un hombre, que fue educado de una manera estricta y en otros tiempos, aquel acto ha sido de lo más normal.

Espero que recapacites. Te incluiré en cada una de mis plegarias, como hasta ahora lo he hecho. Y, en verdad me gustaría que vinieran, pues quiero compartir con todos mis seres queridos aquel momento tan importante de mi vida.

Te quiere tu primo Archibald Ardlay.



¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Una Duquesa Rebelde (Terryfic)  Ya en físico por Romantic EdicionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora