La tan esperada temporada social ha iniciado y lady Candice White Ardlay, se ve en aprietos, justo cuando su padre el duque de Hamilton y su tía la reina Victoria, la presionan para contraer matrimonio con algún caballero respetable y de buena posic...
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1 de julio 1864—Londres Inglaterra—Grandchester House
Mi queridísimo Archie.
Primero que nada, debo disculparme con vos por mi terrible proceder, he tardado demasiado en escribirte. Esta carta era para que ya la hubieras recibido días atrás y no hasta ahora.
He tenido demasiadas ocupaciones, como ya te lo había mencionado en cartas anteriores, Terry, me ha permitido seguir ejerciendo mi labor como enfermera. Disfruto con demasía el poder ayudar a las personas de muy bajos recursos. Dios Padre, me ha bendecido al tener un buen hombre como esposo.
Te confieso que te echo mucho de menos, extraño cada uno de nuestros paseos y los problemas en los que solíamos meternos. Grandchester House, es una residencia encantadora y fuisteis vos testigo de ello. El duque de Grandchester me trata como si fuera una hija más, me encanta conversar con ese caballero. En cuanto a Terry, presiento que dentro de muy poco estaremos en la dulce espera.
Nunca imaginé decir esto, pero... Le ruego día y noche al Padre celestial me conceda la gran dicha de ser madre. Tener un hijo mío y de Terry, fruto de nuestro amor. Amo tanto a ese hombre. Mi vida entera se resume a él.
Querido primo soy tan feliz, es como si se tratase de un sueño, uno muy bueno.
En cuanto al asunto de tu boda, os aseguro que estaremos ahí. Pero os confieso que siento algo de temor, soy consciente que nuestros parientes no recibirán con agrado a mi esposo por el simple hecho de ser británico, sigo ignorando la razón de ello. Pero he decidido tomar cartas en el asunto y escribirle a tío William, debe saber que soy feliz y que estoy bien.
Agradezco tu preocupación y tus buenos deseos hacia mi persona. He pensado mejor las cosas y he procesado cada una de tus sinceras palabras, ansío estar muy pronto en Escocia y poder arreglar las diferencias que existen entre mi padre y yo. Soy consciente que la vida es muy corta, y aunque el padre celestial me ha arrebatado a mi amada madre, me ha permitido contar con la presencia de mi progenitor.
Deséame suerte en esto. Salúdame a la querida Annie y de corazón os deseo lo mejor a vosotros dos, os merecéis tanto.
Con cariño tu queridísima prima Candice Grandchester.
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