📍 Barcelona, España.
Abril 2022
Al día siguiente Camila optó por no ir al trabajo, ya que no pudo dormir bien en toda la noche. Conciliar el sueño ha sido su gran enemigo estas últimas dos semanas, las pesadillas no la dejan tranquila y en la gran mayoría de ellas los padres de Camila son protagonistas.
Como cada mañana prepara su típico café, posteriormente enciende el televisor y mira algunos programas tratando de distraerse un rato. Aproximadamente una hora después, el timbre de su pequeño departamento suena, a lo que ella se levanta del sofá y se dispone a abrir la puerta para ver de quién se trata.
— ¿Èric? — frunce el ceño. — ¿Qué haces aquí?
— Cami, hola. — sonríe. — Traje el desayuno. — muestra una bolsa llena de comida y ella simplemente le devuelve el gesto de la misma manera. — Supuse que ya estarías despierta.
— Adelante. — dice y el jugador español se dispone a entrar al pequeño departamento.
Èric observa todo a su alrededor, hasta que su mirada recae en unas fotografías de Camila con sus padres, cabe mencionar que esas fotografías no estaban la última vez que visitó a su amiga.
— ¿Cómo has estado?
— Bien, supongo. Dame la comida, debes tener hambre.
— Sí, pero lo importante eres tú. Por favor dime que has comido algo más que un simple café. — la observa seriamente.
— Èric...
— Cami, entiendo lo que estás pasando, pero tienes que alimentarte. Tu salud es igual de importante.
— Lo siento...
— No, no te disculpes conmigo, ni lo hagas por mí o los demás, hazlo por ti.
— Sí...
— Ven aquí. — el jugador la acurruca en sus brazos y, por supuesto, ella no lo rechaza, al contrario. — Te quiero, lo sabes, ¿verdad?
— Sí. — sonríe.
— Pase lo que pase, siempre tendrás un lugar en mi corazón, Cami. Quiero que estés bien, que vuelvas a ser la chica de antes.
— Yo también te quiero, Èric.
— ¿Siempre juntos? — ella se separa y lo observa. Ellos se hicieron esa promesa meses atrás, cuando su amistad recién comenzaba.
— Siempre juntos. — sonríen. — Te extrañé mucho.
— Yo también, Cami. Extrañé a mi mejor amiga.
Nadie va a negar que la relación de Èric y Camila se fue rompiendo por el noviazgo de él con Ana, su prima. Eso hasta cierto punto es comprensible, pues jamás imaginó que algo como eso sucediera, y de algún modo ella tuvo que ver en eso, ya que ella fue quien lo invitó a esa fiesta familiar donde se conocieron.
Los sentimientos hacia él aún siguen allí, eso no lo va a negar, pero por su bien los ha reprimido, y eso hasta el momento ha funcionado.
Èric estuvo un par de horas más con Camila, hace tiempo ambos no pasaban un momento así. Incluso más tarde al jugador español se le ocurrió pedirle a Camila que lo acompañara a hacer un par de compras al centro comercial y el supermercado, algo a lo que Camila no se negó.
Ese rato para ella significó mucho, sin duda, extrañó estos momentos con su mejor amigo.
Mientras Èric revisa la lista de las cosas que tiene que comprar, Camila aprovecha para agarrar unas cosas de la despensa que a ella también le hacen falta.
— Creo esto es todo, según la lista que me envió Valentina.
— Está bien. Oh, estas cosas son mías.
— No pasa nada, yo las pago.
— No, Èric. Sabes que detesto eso, traigo dinero, yo las pago. — afirma y Èric ríe por la expresión de su rostro. — ¡No te rías! — se queja para después soltar una carcajada.
— Me gusta cuando te enojas, te ves graciosa y linda...
— Supongo que gracias. — ríe.
— Camila... — Èric decide cambiar de tema. — ¿Puedo preguntarte algo?
— Sí, ¿qué sucede? — Èric guarda su teléfono y toma aire antes de soltar la pregunta. — Èric, me estás asustando, ¿qué sucede?
— Lo de ayer con Ana, ¿en verdad vas a vender la casa de tus padres?
— ¿Qué?
— Que sí...
— No, espera. ¿Por qué me estás preguntando esto?
— Cami, ayer...
— ¿Es por eso que fuiste a verme a mi departamento?
— ¡No! Por supuesto que no. Mira, entiendo tus diferencias con Ana. Incluso le he dicho que no es justo que te culpe por lo de tu madre, pero sé que amaste a tus padres pese al daño que te hicieron, y no quiero que hagas algo de lo que te puedas arrepentir en un futuro.
— Èric, ya está decidido. Voy a vender esa casa, como se lo dije a Ronald, ese lugar me trae malos recuerdos. Hace tiempo dejó de sentirse como un hogar.
— Bien, te apoyo en tu decisión. — reitera.
— Pensé que Ana te mandó conmigo...
— Camila, Ana es mi novia, pero eso no significa que vaya a hacer todo lo que quiera o me pida. — asentí. — Si te soy sincero, me gustaría que ustedes dos se llevaran bien, al final de cuentas, ustedes son dos personas especiales en mi vida.
— Dudo mucho que eso suceda...
— Lo sé, y también lo entiendo. No pasa nada.
— Gracias. — murmura.
— Cami, no quiero que, por culpa de mi relación con Ana, nuestra amistad se vea afectada.
— Eso no sucederá.
— Ya sucedió, cuando te enteraste en la fiesta de Adrián.
— Bueno, sí, pero tal vez si hubieras hablado conmigo antes, eso no hubiera sucedido.
— Tal vez, aunque seamos realistas, te hubieras enojado de todos modos.
— Èric...
— No hemos hablado de eso, Cami. Esa noche dije estupideces de las cuales me arrepiento.
— Lo recuerdo...
— Pero, no entiendo... — el jugador español se ve interrumpido por el sonido de su teléfono, lo saca de su bolsillo y lee el nombre de su novia en la pantalla; Camila, por su parte, asiente levemente y Èric responde.
Hasta cierto punto es incómodo para ella escuchar la conversación de su mejor amigo con su novia, pero no puede hacer nada al respecto, ¿o sí?
— ¿Qué sucede? — cuestiona al ver que Èric guarda su teléfono.
— Me tengo que ir, Ana me pidió que la ayudara a empacar sus cosas.
— ¿Se irá tan pronto de la casa?
— Sí, es mejor que vayamos a pagar. Después te llevo a tu departamento y si quieres, más tarde hablamos.
— Está bien. — sonríe levemente.
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𝐂𝐎𝐍𝐒𝐄𝐉𝐎𝐒 𝐃𝐄 𝐀𝐌𝐎𝐑 || ÈRIC GARCÍA ||
Fanfiction𝗰𝗼𝗻𝘀𝗲𝗷𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗮𝗺𝗼𝗿 | Pude haber sido yo la que a tu lado siempre se despierte, pero el futuro nunca nos llegó. Y no hay peor desgracia que extrañar lo que nunca pasó. NO SE ACEPTAN COPIAS Y ADAPTACIONES ESCRITORA { KIERANTIERNEY_ } PORT...