You are not a bad girl

Capitulo 3

-SEIS MESES MÁS TARDE: NARRA KRISTAL-

Ha pasado seis meses desde que abandone mis estudios, abandone a mi familia y decidí vivir sola, desde aquel entonces a diario me entran más de diez llamada de mi madre, padre o hermano. Sé que he hago sufrir a mis padres pero quiero vivir una vida lejos del dinero y la fama. Aún entre lágrimas recuerdo a mi única amiga, Jeidy, en quien confiaba, me traiciono y se llevo con ella a mi novio. Mi vida desde aquel entonces ha sido un caos, vivo una doble vida, durante el día trabajo y las noches solo me dedico a fiestear y estar hasta tarde en la calle llegando a la casa donde vivo con Arline tarde. Aunque no salía con hombres, para mí los hombres eran símbolo de de mentiras y traiciones constantes sin razones perdonable. Algunos eran casados y otros eran solteros que negaban a su pareja, para mí todos eran iguales de sucios y babosos que mienten para obtener un beneficio. Ya cansada de estar haciendo todo esto y para dejar todo en el olvido decidí marcharme del país sin decir a nadie. De camino al aeropuerto me entra una llamada de mi madre, la cual ignore por completo. Me bajo del taxi, pago la tarifa y tomo mis maletas. Entro y me dirijo a comprar mi boleto con rumbo desconocido.

Empleada: ¿Hacia dónde quieres dirigirte? —me pregunto

Kristal: No lo sé —le respondí con la mirada pérdida — cualquier lugar lejos de América —le acerté

Empleada: ¿Quieres que te de sugerencias? — me pregunto

Kristal: Si, por favor —le respondí

Empleada: Hay un vuelo económico disponible para Italia, Francia, España, Corea del Sur e Inglaterra —me informo — ¿hacia cuál de estos destinos deseas ir? — me pregunto

Kristal: Corea del Sur —respondí con voz firme — era lo más lejos que se me ocurría irme —pensé

La empleada me dio un boleto luego de pagar con un dinero que había sacado de la tarjeta que mi padre me había dado. Luego me dirigí para dejar la maleta para que sea revisada y montada en el avión. Esperando a que el vuelo al que salga, me dirigí a mirar unas tiendas y comprar un café. Entonces ya casi se acerca la hora de partir, me puse mis audífonos y camine dejando que mi pensamiento se perdiera. Dirigiendo al GATE de donde partiría hacia Corea del Sur me tropecé con un joven alto de hermosos ojos y mirada inocente con una sonrisa muy hermosa pero simpática y llena de alegría. De inmediato supe que no era de Latinoamérica por su idioma diferente.

Kwangmin: ¡Lo siento! —se disculpo hablando en coreano

Al no entender su idioma solo pude sonreírle y decirle en ingles que todo estaba bien. Antes de partir tire mi celular al basurero más cercano para que nadie pudiera encontrarme pues tenía pensado iniciar una nueva vida en Corea del Sur. Al rato anuncian que abordáramos el avión, tome mis pertenencias y aborde el avión.

-NARRA KWANGMIN-

Aquella chica quien será, porque me llama tanto la atención esta chica. Su sonrisa, su mirada es realmente hermoso, ella es realmente hermosa, me siento intrigado. Quiero ir a intentar hablar con ella pero mi hermano me llama diciéndome que el manager nos quiere juntos. Así de simple la perdí de vista, pero quisiera volver a verla.

-NARRA KRISTAL-

Después de varias horas de vuelo llegue a mi destino, Corea del Sur. Me baje del avión, tome mis maletas y me dirigí a tomar un taxi. Me monto en el taxi y sin rumbo le pido al taxista que me llevara al hotel más económico del área. Al llegar a la recomendación del taxista, tome dinero y pague la tarifa. Entre al hotel y pedí una habitación por tres días y dos noches, entonces subí y me di un lavado y me acosté tras un largo vuelo. A la mañana siguiente me levante, tome un poco de café y me fui a intentar conseguir empleo. Quizás lo que he hecho es cosa de locos, pero quiero intentarlo, ese era mi pensar. Después varios días en búsqueda y empezando a dominar un poco el coreano, llego mi día de suerte. Entre a una cafetería donde solo había una empleada y un cocinero, me siento y pido un vaso de agua tras caminar un poco por las calles. Mientras tomaba de mi vaso note que había un anuncio donde decía que se solicitaban empleados. No podía entender lo que estaba escrito pero era muy obvio por las láminas que tenía el papel. Cuando la mesera se acerca a recoger el vaso yo tome valentía y quise obtener más información.