EXTRA. Baht oyunu

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4 años después

Ada

-Halit, cariño no vayas tan lejos, mantente cerca.

-está bien mamá, iré a los columpios.

-ve con cuidado.

Halit era el nombre que habíamos elegido para nuestro hijo, después de mil propuestas por parte de la familia, al fin nos decidimos por ese.

Hoy estaba cumpliendo cuatro años y quiso festejarlo en el parque con su familia y amigos.

-¿y Halit? –preguntó Bora llegando,

-está en los columpios, Elif está con él ¿Por qué tardaste tanto? –pregunté.

-olvidé el biberón de Melisa y tuve que regresar por el al auto –dijo quitándome a mi hija para que la cargara él.

Melisa era nuestra segunda hija, nació dos años después de Halit, recuerdo que estábamos muy emocionados por la noticia cuando os enteramos que seriamos padres de nuevo y como era de esperarse la familia la recibió de la misma forma que a Halit.

Bora decía que ambos se parecían a mi, supongo que era porque los dos tenían los ojos verdes, solo que Melisa un poco más oscuros, Halit tenía el cabello castaño y un poco rizado, Melisa también era castaña pero no tenía el cabello tan rizado como su hermano, aunque había rasgos que eran bastante similares a Bora.

-aún no ha llegado nadie –le dije.

-aún es temprano, hable con mis papás, también con Alı y dijeron que ya estaban por llegar.

-mis tías dijeron que ya estaban en camino también –le dije.

-¿hablaste con Elif? –preguntó, cambiando el tema.

-sí.

-¿y? –preguntó curioso.

-solo es su compañero de clase Bora, ya te lo ha dicho muchas veces.

-sé que él no tiene intenciones de ser solo su “amigo”.

-pues no sé qué quieres que te diga, probablemente la está cortejando –alce los hombros.

-¿y estás de acuerdo con ello?

-no veo porque no, no es nada malo, si sabes que ya está grande ¿no? tiene derecho a salir y divertirse.

-solo tiene quince años, bueno casi dieciséis, aun esta pequeña, no voy a permitir que ni él ni nadie le rompa el corazón.

-cariño, incluso así la cuides demasiado de cualquiera, lo van a hacer, no podrás evitar que pase por este dolor, tiene que lidiar con ello, así no lo queramos, pasara por ello, pero ahí estaremos nosotros para cuidarla y apoyarla siempre que lo necesite.

-lo sé, es solo que a veces los hombres somos muy idiotas, no pensamos en las consecuencias de lo que decimos o hacemos, y ahora que la veo a ellas, no quiero que ningún hombre las haga sufrir.

-no puedo contradecirte porque es verdad, no quiero imaginarme si así te pones porque es su amigo que harás cuando te presente a un novio –me reí.

-la misma reacción que tendrás tu cuando Halit haga lo mismo –dijo riendo también.

Iba a protestar, pero la voz de Alı me interrumpió.

-hemos llegado –anunció Alı tomado de la mano de Selin.

-bienvenidos –dije.

-¿y los niños? –preguntó Bora.

-interceptaron a Halit en los columpios y corrieron para allá.

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