Un hijo legítimo tratado como un suplente. Una lucha de intereses políticos. La perdida de un padre adoptivo en batalla y la muerte de un amor sin futuro que acabó por arrastrarlo a la ejecución.
-En caso de que fuese su verdadero hijo, que me diría...
-Oye Nilou, te sientes mal? Estás colorada. Si tienes calor puedo abrir una ventana para no sofocarte pero no me pidas que baje la calefacción, está helando!- a veces quería darle un puñetazo de lo idiota que era Rocky
-Estoy bien. Es por tanto caminar de un lado a otro para conocer este lugar- no pensé que Isaac me enviaría de vacaciones a su casa
-Ah! Eso me recuerda que no has visto mi taller. Ven, tienes que ver mis muñecas!- volvió a arrastrarme
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El dichoso taller era un inmenso depósito lleno de juguetes y peluches con una mesa de modelado en medio. El ambiente era escalofriante al sentir como las muñecas nos seguían con sus ojos vigilantes y sus rostros variaban sus expresiones constantemente.
El lugar estaba maldito en toda regla, lo supe cuando la sonrisa de las muñecas se desvanecieron al verme llegar. Rocky no se veía afectado o simplemente lo ignoraba para continuar con su tour fantasmal.
-Tranquila, no te harán nada si no les haces daño.-
-Qué demonios...- me aferré a él del susto
-Ella es mi amiga, es como ustedes! Sean amables jeje- no, definitivamente no soy como ellos
-Mira, esta es Milady. Ella es la jefa de muñecas. Aquello es mi carrusel luminoso y ese es el espejo mágico que robé del palacio de Rum y aquello...- siguió el recorrido presentándome todos sus juguetes y de a poco las caras serias se calmaron
-Ese es el osito que siempre cargas contigo- tomé el pequeño peluche del mini trono dónde yacía sentado
-Está cuidando a todos. El es el rey porque fue el primer juguete que recibí de mi mamá. Cómo la magia de mi padre duerme en él, puede proteger este lugar- le devolví el osito y se puso melancólico
-Extrañas a tu madre. Siento mucho que no puedas tenerla contigo pero hazte a la idea que te está cuidando desde dónde está, siempre pensando en ti-
-Lo sé, ella me lo dice cada vez que llueve. Además no estoy triste porque muy pronto...- se quedó pensativo y se dirigió a la puerta
Mojo llegó chillando de quién sabe dónde y subió a su hombro. Cómo si estuviera cuchicheando algo importante en su oído, Rocky cambió su humor.
-Pasa algo?-
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