Un hijo legítimo tratado como un suplente. Una lucha de intereses políticos. La perdida de un padre adoptivo en batalla y la muerte de un amor sin futuro que acabó por arrastrarlo a la ejecución.
-En caso de que fuese su verdadero hijo, que me diría...
Una reunión de emergencia a las 7am en el parlamento dió pie a un juicio en contra de la emperatriz Shirley, quien fue literalmente arrastrada hasta allí.
Desde el centro del recinto, ella buscaba ser eximida de los cargos de intento de homicidio pero los senadores y diputados, querían que flaqueara para inculparla.
-Si bien ninguno de ustedes es de mi agrado personal, ¿quién les da la certeza de que fui yo quien envenenó a esas personas?!- Shirley vociferaba frente al presidente de la cámara alta, Olaf Ferraro
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-Juró que los miembros de este honorable parlamento pagarían por desplazarla. Quién más estaría tan demente para ir directamente tras la cabeza del primer ministro?!- la presidente de la cámara baja, Lady Jazmín acusó a Shirley
-Muéstrenme las pruebas que avalan tal acusación. Sin ellas son simples conjeturas sin fundamento. Llevo encerrada meses y he sido vigilada hasta el hartazgo. Cómo podría confabularme en una conspiración si ni siquiera he podido cruzar palabra con nadie que no sea partidario de ustedes?- su furia rebasó al observar a Nilou en el pullman
-Su majestad, eso...- el diputado Sawyer leía los documentos
-En vista que esto sucedió de manera precipitada y con ánimo de perjudicarme, me atrevería a decir que esto es un complot para deshacerse de mí! El caso de envenenamiento sin veneno alguno, el que sean justamente aquellos que juraron vengarse de mí y para colmo que me hayan traído en medio de la madrugada sin preparación alguna, solo invita a pensar que lo planearon anticipadamente-
No podían refutar sus palabras y tampoco llegaban a un acuerdo de lo que realmente sucedió. Los afectados llevaban en el palacio 12hs en coma sin signos de mejoría alguna.
Evitaron trasladarlos al hospital cuando aquellos sirvientes que se les acercaron para ofrecer su ayuda, cayeron enfermos y no paraban de toser sangre negra. El palacio quedó en cuarentena luego que el médico de la corte, pronosticara una epidemia cuyos síntomas sugerían ser la temible plaga Shungit pero al ser tal hecho imposible, se inició la búsqueda de una enfermedad similar en los registros para obtener una cura.
Solo el área dónde se inició fue prohibido y abandonado por temor a que una enfermedad de origen desconocido, se propagara.
Shirley fue puesta bajo arresto domiciliario hasta dirimir su caso. La prioridad eran los infectados y lo demás era insignificante.
-Nilou, aprovecha que la condesa no está y tráeme whisky- Shirley se sentó a repensar su dilema
-Su majestad, no creo que sea buena idea que se emborrache tan temprano- sacándole el vaso de la mano, se acercó a la puerta
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