Un hijo legítimo tratado como un suplente. Una lucha de intereses políticos. La perdida de un padre adoptivo en batalla y la muerte de un amor sin futuro que acabó por arrastrarlo a la ejecución.
-En caso de que fuese su verdadero hijo, que me diría...
Una semana pasó sin mucha novedad después de la explosión. Un oscuro rumor comenzó a circular entre la gente y los cazadores, que dejó bajo la lupa al gremio Sugar Cube junto con su nueva maestra, Camille Slalar que luego del incidente, sería catalogada como un monstruo desalmado.
Un rumor que reavivaba la codicia extrema de Maxwell y Slalar para hacerse de todos los gremios de manera vil y obscena, a tal nivel que acabaría en un odio atroz hacia ellos.
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La población se desayunó en la madrugada que la supuesta muerte de Mileena Covot y su familia por una fuga de gas fue un asesinato, gracias a los medios amarillistas que se alzaron con otra noticia que fue tapa de sus ediciones matutinas y que al encontrar demasiadas fugas a la historia de muerte accidental, los medios más serios, también lo tomaron como cierto luego de recibir las grabaciones filtradas del día en que fue perseguida por sicarios, misma grabación que Joy ordenó eliminar.
Las primeras planas publicadas, señalaban a Camille como principal sospechosa de la explosión luego que las Panteras Rosas se dedicaran a difamar y difundir los altercados que llevaron a Mileena a dejar su gremio en manos de tan miserable persona.
Los bola de chismes de Maysoon y compañía, resultaron una realidad cuando organizó una historia dónde relacionaban las declaraciones nunca dichas por Mileena antes de morir, a la presidenta de la sociedad de cazadores, algunos abogados y hasta los maestros más importantes, que sabiendo el trasfondo, no desmintieron y se arriesgaron a afirmar que Mileena fue amenazada de muerte para que abandonara su puesto.
Al negarse a firmar su renuncia, Camille obtendría su lugar por la fuerza, enviando sicarios y llenando la casa de los Covot con explosivos varios para hacerla desaparecer por orden de Joy Maxwell.
Cerca de las 10 de la mañana en Sugar Cube, Camille llegaba tarde a trabajar por ir antes al spa a relajarse. No había oído las noticias e ignoraba por completo el porqué los cazadores y mercenarios la veían raro.
El silencio y las caras de asco no faltaron en su camino a la oficina. Ned Wilson, el secretario de Mileena y su asistente Rossé Floris, acomodaban todas las carpetas a lado del escritorio y las pilas de un metro ya habían superado las seis columnas sin negarse a disminuir.
El desastre causó que el cabello canoso de Ned quedara revuelto por la falta de espacio y al ver a Camille en la puerta, su desprecio se hizo evidente.
-Qué es todo esto? Arreglen este desastre, es tan antiestético ver todo este papelerío- tomando una de las carpetas con los dedos, Camille lo tiró al suelo
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