Narra Øystein
Al regresar de nuestras aventuras fui con mi novio a su departamento, queríamos pasar juntos el resto de la tarde. Las cosas entre él y yo comenzaban a subir de tono cuando el móvil de Pelle comenzó a sonar; deduzco que fue su familia quien le llamó porque estaba hablando en Sueco.
Pelle: ¡Lo siento mi amor! Eran mis padres
Øystein: Descuida, amor; yo entiendo
Pelle: Vendrán a Noruega
Øystein: ¿En serio?
Pelle: Sí... Ellos aprueban nuestra relación y, también quieren conocerte
Øystein: ¡Me encantaría conocerlos!
Pelle: Te amarán
Øystein: ¿Tú crees eso?
Pelle: Sí
Øystein: Te amo -besó al rubio-
Pelle: Yo te amo más
Øystein: Tú y yo tenemos algo pendiente
Pelle: ¿Ah, sí?
Øystein: Sí, ¿Qué pasó aquel día que nos fuimos de campamento? Te mirabas alterado
Pelle: Mientras ustedes llegaban fui por un té a la cafetería más cercana y ahí llegó un chico que, por algún raro motivo, no me dio buena espina
Øystein: ¿Te hizo algo?
Pelle: Se acercó a la mesa donde me senté un momento y quiso sacarme conversación
Øystein: No me sorprende que alguien te quiera coquetear, eres tan perfecto que cualquiera podría enamorarse de ti -besó los labios de Pelle tiernamente- ¿Qué pasó después?
Pelle: Después de eso me pidió mi número telefónico. Me negué porque no me agradó y ni siquiera lo conozco. Le dije que tengo novio y te amo demasiado, y me propuso vernos a escondidas
Øystein: ¡Maldito!
Pelle: Obvio no acepté y me levanté. Ese tipo me tomó con fuerza del brazo y no tuve otra opción más que destapar mi vaso de té y tirarle todo encima
Øystein: Mi amor, ese tipo te estaba molestando y tú sólo te defendiste como pudiste
Pelle: Espero no volver a verlo
Øystein: Creo que es momento de cargar la escopeta -rieron- Amor, yo confío en ti
Pelle: No necesito a alguien más, eres todo lo que necesito, eres todo lo que quiero -abrazó al pelinegro y lo besó- Después de todo, tenemos algo más pendiente
Øystein: Pues cuando gustes nos encargamos de ese asunto
Pelle: ¿Qué te parece ahora mismo?
Øystein: Como lo ordene el amor de mi vida -se colocó entre las piernas del rubio y se quitó la camisa-
Todo iba bien hasta que tocaron la puerta y Pelle tuvo que salir de la habitación para abrir.
Pelle: Diga, ¿Qué se le ofrece?
Chico: Vengo a hacer entrega de estas flores para Per Yngve Ohlin
Pelle: ¡¿Qué?! Pero eso es posible
Chico: No, así está escrito en la tarjeta
Pelle: ¿Y quién las mandó?