Narra Ville
Llegué a casa de mi verdugo lo más rápido que pude, ni siquiera había tocado el timbre y ya estaba temblando de miedo ¿Por qué le temo tanto? Toqué y en segundos abrió la puerta, me estaba esperando y no se miraba contento. Me tomó del brazo y de un jalón me metió a su casa... No sé qué me hará esta vez pero tengo miedo, mucho miedo.
Varg: ¿Quién te dijo que podías largarte? -empujó al pelinegro contra la pared-
Ville: N-nadie, tenía cosas qué hacer
Varg: ¿Se te olvida que eres de mi propiedad?
Ville: ¡No, no soy de tu propiedad!
Varg: ¿Qué has dicho pedazo de mierda?
Ville: Que no te pertenezco, ni a ti ni a nadie
Varg: Por lo visto no aprendes. Te daré una lección de nuevo -tomó del cabello al finlandés y lo llevó a su habitación-
Ville: ¡Suéltame! -gritaba a todo pulmón-
Varg: ¡Cállate! -tiró al pelinegro y comenzó a patearlo- Después de esto te quedará más que claro que eres mío -sacó una cuerda de uno de sus cajones e intentó atarle las manos a Ville-
En cuanto Ville vio la cuerda se alteró, nada bueno ocurría una vez que Varg lo ataba; el castaño hacía con él lo que quería y no podía ni siquiera forcejear. Cuando Varg tomó una de sus muñecas para atarlo comenzó el forcejeo.
Varg: Si no te calmas te irá peor
Ville: No me atarás nunca más -le dio un golpe en la cara al castaño-
Varg: ¿Quién demonios te crees para golpearme? -sacó una navaja de su bolsillo y se lanzó sobre Ville-
Ville: ¡Suéltame! ¡Déjame ir! -gritaba mientras forcejeaba con el noruego-
Varg: Si te quieres ir, con gusto voy a mandarte al otro mundo -intento cortar la garganta del pelinegro pero no le resultó posible debido a que este esquivó el navajazo-
Ville: Hasta aquí te soporté ¡Estoy cansado de tí! -como pudo tomó un objeto para golpear al castaño-
Varg: El único modo del que te vas a librar de mí, es muriendo -soltó la navaja para intentar ahorcar a Ville-
Ville: No volverás a tocarme nunca ¡Nunca! -en un movimiento rápido tomó la navaja y le dio al castaño un navajazo cerca de la boca, logrando así que lo soltara-
Varg: ¡Bastardo! ¡Vuelve aquí! -le gritó mientras intentaba ponerse de pie-
Ville corrió hacia la puerta y tomó las llaves que estaban en el perchero para abrirla. Una vez que lo logró salió corriendo hacia donde había estacionado la moto. Subió a esta y se fue a casa de Kjetil.
Varg sangraba de la cara y echaba maldiciones. Llamó a sus amigos y estos fueron de inmediato a su casa, ahora estaba aún más enfadado y decidido en matar al finlandés.
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Cuando Ville llegó a casa de Kjetil vio que ahí estaban Øystein y Pelle. Tocó la puerta y le abrieron.
Pelle: ¿Ville? ¿Qué haces aquí?
Ville: Kjetil me dijo que podía quedarme aquí cuando lo necesitara, y ahora lo necesito
