Los amigos no hacen esto, ¿O sí?

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Narra Pelle

Attila condujo hasta mi domicilio, pues en el estado que se encuentra Øystein no puedo dejarlo solo en su casa.

Hemos llegado -me dijo Attila-

Bajamos del auto y me ayudó a bajar a mi alcoholizado amigo del coche y posteriormente, me ayudó a llevarlo a mi habitación.

Attila: Dejemos que duerma, por la mañana estará mejor. ¿Te duele mucho el pómulo?

Pelle: Un poco, pero ya pasará

Attila: Bien, es un poco tarde y debo irme -bostezó-

Pelle: No es buena idea manejar con sueño. ¿Por qué no te quedas unas horas? Por lo menos hasta que amanezca

Attila: Gracias pero, no quiero ser molesto

Pelle: No lo eres. Por favor, descansa un poco -puso su mano en el hombro de Attila- Ya me ayudaste a traer a mi amigo, es lo que puedo hacer por ti en este momento -le sonrió como niño pequeño-

Está bien -respondió Attila- Gracias.

No me lo agradezcas -dijo Pelle- Te traeré unas sábanas, no tardo.

Pelle volvió con sábanas y una almohada. Sin embargo, encontró a su huésped dormido en el sofá.

Descansa -murmuró mientras tapaba con las sábanas a su invitado-

El sueco caminó hacia la habitación y se recostó en el suelo, y luego de unos minutos se quedó dormido.

◇•◇•◇•◇•◇•◇•◇•◇•◇•◇•◇•◇•◇•◇•

Amaneció y Pelle despertó, fue a la cocina a preparar un poco de café y unos hot cakes.

¡Buenos días! -dijo Attila al entrar a la cocina-

¡Buenos días! -respondió Pelle-

Attila: ¿Aún no despierta la bella durmiente?

Pelle: No -ambos rieron por el comentario- Por favor, siéntate, desayunemos

Attila: Gracias -miró al rubio y sonrió-

Pelle le devolvió la sonrisa y comenzaron a desayunar, mientras conversaban.

Attila: ¿Cuándo llegaste a Noruega?

Pelle: Hace casi una semana

Attila: ¿Qué te parece el colegio?

Pelle: Pues, es muy diferente a mi escuela en Suecia pero, supongo que podré adaptarme en unos días más

Attila: Será sencillo

Pelle: Eso espero -sonrió-

Terminaron el desayuno y luego de un rato, Attila tuvo que retirarse a su casa.

Pelle: Bien, entonces nos vemos el Lunes en el colegio

Attila: Claro. ¿Qué te parece si te dejo mi número telefónico y me das el tuyo?

Pelle: Vale

*Intercambiaron números*

Attila: Ahora sí ya me voy, nos vemos

Pelle: Nos vemos

Una vez que el nuevo amigo de el rubio se fue, se dirigió a la cocina a lavar los platos.

Eres todo lo que quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora