El horrocrux perdido.

Cartas de un amor olvidado.

Eres para mí la luz de mis ojos, la constelación más hermosa de todo el universo. 
No soy tan bueno para escribir mis sentimientos como lo eres tú, así que solo te diré algunas de las muchas cosas que me gustan de ti.

Tus ojos, que cuando estás feliz brillan de una manera tan única que parecen hechos con polvo de estrella...

Tú cabello que brilla tan dorado cómo el sol pero al mismo tiempo puede ser tan blanco cómo la nieve...

Tu risa, creo que sí me pidieran elegir solo un sonido para escuchar por el resto de mí vida, sería el sonido de tú risa.

Me gusta que me lleves la contra y que compitas conmigo aunque pierda casi siempre, creo que el que me llames cariño lo compensa todo.

Me gusta entrelazar nuestros meñiques cuando vamos caminando.

Me gustan muchas más cosas de ti, pero sobre todo me gusta que me hayas dado un lugar en tu corazón...

Con amor, para Ely...

Un año después ahí estaba ella, la inspiración de tan bellas palabras leyendo la declaración de un chico enamorado que en algún lugar lejano recordaba con anhelo y melancolía a la chica de cabello rubio y ojos grises que lo dejo con tanto amor para dar, planes, ilusiones y con un corazón herido, ¿Ese había sido el final?.
No lo sabía y aunque se había resignado, quería pensar que volverían a estar juntos anhelaba más que nada que todo fuera cómo antes, pero eso era imposible, nada sería igual...

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Para Harry James Potter...

Hola, se que probablemente tienes muchas preguntas a las cuáles no tengo respuesta.

Todo lo que vivimos fue hermoso, tan hermoso que parecía un sueño pero los sueños siempre terminan al despertar, supongo que ese día en la estación fue el día en que tuvimos que despertar, el día en que el sueño acabó.

Se que sí me hubiera quedado no habría podido mantenerte lejos de mí, habría sido más doloroso verte y saber que te hago daño, lamento tanto tener que irme, supongo que las cosas buenas no son para mí, eres demasiado para alguien cómo yo sé que probablemente no me creas pero en verdad lo siento, estás en tú derecho de odiarme porque estoy consiente de que más que nunca me necesitas pero seguramente alguien más podrá ocupar mí lugar y hacer lo que yo no hice así que solo me queda decirte... gracias.

Por todas las risas, por hacerme sentir amada, por entenderme, quedarte cuando te necesite, por aceptarme cómo soy y siempre ser tan comprensivo, perdón por las veces que te llegue a lastimar, me duele mucho que ésto sea todo, esperó encuentres a alguien que te ame, que pueda estar contigo sin importar las circunstancia, que te haga feliz, tú mereces a alguien que enfrente todo para poder estar contigo, aunque me duela no ser esa persona, estaré feliz de que te sientas amado.

Estaré tranquila sí algún te hace feliz.
Dicen que cuando amas alguien debes dejarlo ir, me gustaría decirte que no lo hagas, que no me dejes ir jamás pero eso sería cruel y egoísta así que por favor déjame ir cómo yo estoy haciendo contigo, recuerda que siempre serás mí primer amor y probablemente el único pero debo irme por el bien de los dos.

Perdóname por romper mí promesa, sí algún día me extrañas solo mira las estrellas que yo haré lo mismo, recordando que en algún lugar tuve una, la más bella y brillante de todas pero que al igual que las que están en el cielo, es lejana e inalcanzable, así que solo miraré las estrellas pensando que eres tú viéndome con tus ojos llenos de amor y ternura pero que sí los viera ahora seguramente estarán llenos de odio y decepción por dejarte cuando más me necesitas y por haber acabado lo que prometimos sería eterno.

Te amare por siempre rayito...

Con amor Ely...

Harry sostenía la carta entre sus manos mientras sus amigos lo observaban soltar algunas lágrimas.

— ¿Estás seguro?  — preguntó la castaña.

— No me sirve de nada está carta sí ella no está. — respondió el azabache.

— Será lo mejor, debes continuar y está vez de verdad. — ánimo su amigo pelirrojo.

— Lo intenté.

— No te engañes, no has intentado olvidarla y sí sigues leyendo ésto una y otra vez no lo lograrás. — habló la castaña nuevamente.

— Hazlo. — dijo Harry decidido.

— Incendio. — una llama anaranjada salió de la varita de Hermione comenzando a quemar la carta...