El horrocrux perdido.

15.2

Sí les incomodan las escenas +18 pueden saltarse el capítulo, ya que no interfiere con la trama principal.

Solo cómo recomendación pueden escuchar la canción qué les dejé en la multimedia.

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Siguieron besándose con prisa incluso mientras entraban a la habitación, Adhara aún tenía sus piernas al rededor de Harry quién camino despacio hasta chocar con algo que por la suavidad debía ser un sillón, dejó caer a la chica sobre la superficie , desde arriba se veía perfecta, su cabello enmarcaba su rostro sonrojado y sus labios estaban rojos e hinchados, tuvo que admirarla unos momentos más para asegurarse de que lo que ocurría era real, que no era un sueño y despertaría solo en su habitación, la miró una vez más embelesado, sonrió un poco y sintió cómo ella envolvía sus manos al rededor de su cuello para acercarlo y besarlo nuevamente.

Adhara sentía cada vez más calor y una sensación extraña entre sus piernas, eso solo aumento cuando sintió cómo el azabache movía sus caderas sobre las de ella, algo duro rozó entre sus muslos y fue incapaz de retener el gemido qué escapó de sus labios, sintió cómo Harry comenzaba a acariciar su abdomen por debajo de su uniforme así qué decidida levantó su espalda para retirar primero su suéter, el chico la imitó y ambas prendas quedaron tiradas por algún sitió en la habitación, después las manos de Harry se volvieron más inquietas comenzando a desabrochar su blusa.

La rubia estaba más qué dispuesta, pero también se sentía muy nerviosa, no sabía muy bien qué debía hacer o cómo debía tocarlo, él debió notarlo porque de inmediato se detuvo y se sentó en el sofá, ella subió a su regazo.

- No tenemos que hacer nada más sí no quieres. - la tranquilizó.

- Quiero ésto. - contestó ella besando de nuevo su cuello. - Solo, es la primera vez que hago algo así, no sé cómo...

Harry sintió una pequeña punzada de culpa, el hubiera deseado que juntos descubrieran todas esas sensaciones por primera vez, pero no había marcha atrás y lo único qué podía hacer para remediarlo era hacerla sentir la chica más amada y deseada del mundo, así que esa sería su misión por esa noche.

Pero a pesar de que para el no era su primera vez, nunca había sentido tanta conexión con nadie más y tampoco sentía tanta excitación cómo ahora, con Adhara le bastaría escuchar sus gemidos o verla disfrutar para el hacerlo también, así qué de alguna manera era su primera vez, su primera vez haciendo el amor.

- No necesitas saber nada, solo relájate, seré cuidadoso.
- contestó con calma dejando besos nuevamente que iban de su mandíbula a su cuello, pero está vez no se detuvo ahí, siguió un camino desde sus clavículas, mientras desabrochaba su blusa iba dejando besos en las partes descubiertas, cómo sí quisiera grabar todo de ella en su memoria.

Adhara enredo sus manos en su cabello dándole a entender que no quería qué se detuviera, cuando su blusa quedó en algún lugar de la habitación ella comenzó a desabrochar la camisa de Harry con algo de prisa, el la ayudo quitandola por completo, no pudo contenerse y lo acaricio desde sus hombros hasta su abdomen pasando sus uñas suavemente, mientras el continuaba besándola y jadeaba, llevó sus manos detrás de sus muslos acariciando sus glúteos, apretando con fuerza, lo que causo un grito de la chica.

- Eres tan perfecta. - murmuró, su aliento frío rozo contra la piel de la chica y eso la hizo sentir qué la ropa aún seguía estorbando.