2.

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Ahí estaba, en una celda de Azkaban, Lucius Malfoy recibiendo el beso del dementor, Adhara sollozaba hincada en el suelo, no podía hacer nada.

— Es culpa suya, sí el hubiera hecho lo que le pedimos, tú padre estaría contigo. — decía una voz grave y profunda.

— Basta, haz que se detenga. 
— pedía entre sollozos.

— Es solo el comienzo, ya viene lo peor. — respondió la voz fríamente.

— ! Déjalo ! — la chica seguía sollozando en aquella habitación, para su sorpresa su hermano apareció a su lado y aunque ella pensó que la consolaria fue todo lo contrario.

— Todo es culpa tuya, sí no te hubieras fijado en Potter nada de esto estaría pasando. — la rubia sintió su corazón acelerarse cuando el dementor se alejo de su padre, mientras el cuerpo de Lucius Malfoy estaba tirado sin señales de vida.

— Papá. — susurró acercandose.

— Ya sabes que hacer, por sí lo olvidaste estás en deuda conmigo al igual que tú familia— habló por última vez esa horrible voz antes de desaparecer.

— No puedo hacerlo. — respondió ella.

— Tal vez necesites otra motivación, ¿Te parece suficiente la maldición cruciatus sobre tú amado Potter?
— ella no respondió y solo miraba el cuerpo de su padre.

— Veo que no, debe haber algo que...ya lo tengo ¿Qué tal sí le damos a tú querido hermanito el mismo regalo que a tú papi? ¿Eso te haría cambiar de opinión?  — la rubia inmediatamente sintió el coraje apoderarse de ella y aunque trato de ocultarlo el miedo se veía reflejado en sus ojos.

— Justo en el blanco, Draco ven un momento por favor.

— !No!. — gritó la chica y de inmediato se despertó, con sudor en la frente y la respiración muy acelerada.

Habían pasado ya varias semanas en qué las pesadillas no paraban y siempre eran del mismo tipo, una voz ordenándole algo que aún no entendía que era y también diciéndole que estaba en deuda cosa que tampoco comprendía, pero lo peor era que en todos los sueños veía ser torturado a alguien de su familia.

**********

— Bien señorita Malfoy ¿Podría decirme a qué  le interesa dedicarse?

— Pues me interesa la botánica y la  zoología, aún no se a lo que me quiero dedicar pero no quisiera tener limitaciones en cuanto a conocimientos.
— respondió la chica sin mencionar que le parecía absurdo pensar en un futuro cuando una guerra estaba comenzando.

— Interesante, usted siempre ha poseído un gran talento en la mayoría de asignaturas, pero puedo preguntar ¿Por qué no astronomía?

— Leer las estrellas no se me da muy bien, me gusta admirar el cielo pero no es algo a lo que quiera dedicar mí vida señor. — respondió la chica.

— Bien entonces ¿Qué materias quisiera cursar? — preguntó el profesor Snape.

— Cuidado de criaturas mágicas, herbologia, encantamientos y  defensa contra las artes oscuras.
— contestó ella.

— Sí sus intereses aún no están claros, le sugiero que estudie pociones, en caso de que le interese la zoología, deberá saber cómo preparar pociones curativas para toda clase de criaturas. — espeto él profesor Snape revisando el pergamino que contenía los resultados de los timos de Adhara.

— No lo había pensado señor.

— Usted no es cómo el resto de los alumnos, se define por tener un plan para todo ¿Hay algo que la preocupe cómo para no tener definido lo que quiere para su futuro? 

El horrocrux perdido. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora