— Debes odiarlo, es su culpa que tú padre esté en Azkaban. — decía una voz profunda y oscura.— Mátalo.
— continúo aquella voz venenosa— Largo de aquí. — respondió Adhara sosteniendo su cabeza entre sus manos.
— No estaré fuera por mucho tiempo, pequeña Malfoy. — fue lo último que dijo la voz antes de ser sacada fuera de la mente de la rubia.
Habían pasado dos semanas desde la discusión con su hermano y no había día en qué no tuviera que estar alerta para cerrar su mente a tiempo ni día en qué no tuviera pesadillas, pues las provisiones de filtros de paz y pociones para dormir se habían agotado y admitir ante Snape qué necesitaba más le resultaba un poco abusivo y vergonzoso.
Además de que a pesar de lo que dijo seguía buscando la manera de ayudar a Draco aunque trataba de convencerse a sí misma de qué también lo hacía por su padre y su madre, no solo por su hermano.
Adhara se sacudía violentamente en su cama, sabía por la experiencia con su tía Bellatrix que algo o alguien trataba de entrar a su mente pero después de usar varios días de usar la oclumancia para evitarlo estaba exhausta, y ni siquiera podía dormir con tranquilidad por estar alerta de no dejar a cualquier intruso entrar a su mente.
— Ad, Ad, despierta. — la llamo Pansy en medio de la clase de transformaciónes, pues por la perdida de sueño en las noches se había quedado dormida en plena clase.
— Señorita Malfoy ¿Podría mostrarme el hechizo qué estamos practicando?. — pregunto la profesora Mcgonagall al ver a la rubia un poco desorientada.
— Lo siento profesora, no lo sé.
— respondió dejando sorprendida no solo a la profesora sí no al resto del grupo.— Vaya con su jefe de casa y le informa de ésto por favor. — informó la mujer entregándole a la rubia un pergamino con una nota.
— Sí profesora. — respondió Adhara y salió del salón sin decir nada más.
Caminaba en silencio y lentamente tratando de retrasar el momento de llegar hasta el aula de defensa contra las artes oscuras, dónde seguramente el profesor Snape ya había terminado su clase, al llegar, espero a qué todos los estudiantes salieran y tocó la puerta.
— Adelante. — dijo el profesor Snape.
— La profesora Mcgonagall envía ésto. — habló la rubia entregando la nota.
— ¿Qué fue lo qué hiciste?.
— preguntó impaciente el profesor.— Me quedé dormida...en clase.
— murmuró la rubia.— Eso es una completa falta de respeto ¿Por qué lo hiciste?.
— Obviamente no fue a propósito Severus. — repuso la chica. — No he podido dormir bien.
— Tienes un suministro de filtro de paz y poción para dormir sin tener pesadillas. — reprochó el profesor.
— Debería ser suficiente, te dije que podías venir por más sí lo necesitabas.— Me los termine. — susurro.
— ! ¿Qué?! ! ¿Y no me lo dijiste? !
— preguntó el hombre colérico.— No quería dar más molestias, señor. — dijo Adhara con sinceridad.
— Tus manos, ¿Qué te pasó en las palmas? — pregunto Snape mientras colocaba varios pergaminos en un cajón y veía algunos rasguños en las manos de la rubia.
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El horrocrux perdido.
FanfictionLa segunda guerra mágica ha comenzado con ello llegan a la vida de Adhara decisiones difíciles de tomar... ¿Qué es más importante? ¿Amor o familia? Un debate interno sobre salvar a quién amas o salvar a quién estuvo contigo desde siempre... - Jamás...