Capítulo 20: Nightmares Do Come True.

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|| Nightmares Do Come True

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|| Nightmares Do Come True.




Tengo las manos empapadas en sudor. Las piernas me tiemblan sin control por los nervios. Y eso que ni siquiera hemos salido aún de la casa, ni del sótano.

Respiro hondo, sostengo el aire en mis pulmones, y cuento hasta diez mientras exhalo lentamente por la boca. Tengo que relajarme. Tengo que relajarme. Tengo que relajarme.

Cuando Stiles termina de ajustarme la mochila, que se amarra por el frente, me vuelve a abrochar el botón de la chaqueta que sigue saliéndose de su lugar, y me mira fijo a los ojos.

—¿Estás bien? —Asiento—. ¿No pesa mucho la mochila? —Niego con la cabeza—. Okay. —Él suspira, llevando las manos a mis hombros—. Todo va a salir bien, amor.

—Lo sé —musito.

Él se inclina para besarme, acunando mi rostro con ambas manos, y eso resulta ser todo lo que yo necesitaba para que mis nervios se apaciguaran porque incluso antes de que su boca se aparte de la mía, ya no siento el temblor en mis piernas ni en la espalda.

Hace mucho que no nos besábamos así, con tanta intensidad y al mismo tiempo con tanta delicadeza. Me sujeto a él con fuerza, esperanzada de que al abrir los ojos estaré despertando de una mala, horrible pesadilla, acurrucada entre los cálidos brazos de mi marido y mi adorado Castiel.

—¿Stiles?

La voz de Liam me saca de mi pequeña burbuja de ensueño. Lo miro y solo entonces me percato de que he empezado a llorar, de nuevo, pues las lágrimas me nublan la vista. Me quito la humedad de la cara con prisa, ignorando a la vocecita que me dice que es en vano porque ellos saben que estoy llorando.

»Estamos listos —es todo lo que Liam dice.

Stiles asiente y toma mi mano para juntos ir detrás del rubio.

Con cada escalón que subimos las rodillas me tiemblan un poco más, pero me insto a continuar y subir los peldaños de concreto un paso a la vez. No vamos ni a la mitad de las escaleras cuando ya siento que he empapado la mano de Stiles con mi sudor; él aprieta su agarre un poquito y solo por un instante, luego su pulgar comienza a acariciarme los nudillos. Esa es su forma de recordarme que todo va a estar bien, esa es su forma de recordarme que él está aquí para mí, que juntos saldremos de esto.

Al salir del sótano cierro los ojos, contengo el aire en mis pulmones. Cuando mis parpados se separan, estamos en el recibidor, de frente a Lydia, Isaac, Malia, y Spencer.

Mi pelirroja amiga está vestida exactamente igual que yo. Unos jeans oscuros, tenis grises cómodos, una blusa tipo suéter beige y una chaqueta de invierno gris oscuro que, de alguna manera, rodea un vientre abultado. Abro la boca con la intención de preguntar al respecto, pero ella se adelanta al llevarse un dedo a los labios, pidiéndome que no hable. Confundida, asiento mientras que ella se pone en la cabeza un gorro de lana idéntico al que yo traigo puesto. Solo entonces me percato de que su cabello no es rojo, sino caoba y del mismo largo que el mío.

About Hunters and Witches | AW&W: 6 | Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora