[Libro #6 de la saga "About Werewolves and Witches"]
NOTA: por favor, lee la quinta sección del libro Steredith antes de empezar con este.
Luego de un largo tiempo, la manada se reúne para celebrar con entusiasmo la boda del año.
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|| Rising Troubles.
La mano de Scott que sostiene la radio se cierra en un puño, puedo oír el crujir del material cediendo ante su fuerza. Stiles apaga el aparato, haciendo que la estática deje de zumbarme en los oídos.
—Si Gerard tiene a Jackson, podría tener también a Kira —menciona Lydia con temor.
—Esto es mi culpa. Yo lo saqué del asilo, yo le dije a mi papá que lo dejara —se lamenta Allison.
—No podías hacer nada más —Lydia le asegura.
—Lo podría haber matado —interfiere Malia.
—Opino lo mismo —Isaac expone.
Inclusive desde aquí alcanzo a captar la creciente confusión adornando las facciones de Spencer. Creo que mi excusa del juego de role pierde valor con cada segundo que pasa.
—¿Qué vamos a hacer? —pregunto en un susurro.
—Tú y yo, nada. Mantenernos alejados de todo este asunto —decreta Stiles, bajándose del jeep de un solo movimiento. Retrocedo lo necesario, luego permito que él entrelace su mano a la mía.
Apenas cierra la puerta, empezamos a caminar de regreso a la camioneta.
—Stiles, aguarda un momento. —Oigo a mi hermano pedir, pero no nos detenemos por él, sino por la visión de dos personas rubias parándose a menos de un metro de nosotros.
—Mierda.
—Talbot —soltamos mi marido y yo al mismo tiempo, su tono y el mío siendo completamente opuestos.
Pronto, mi hermano está a mi izquierda, apenas un paso más delante de mí.
—Brett, Lori, ¿qué hacen aquí?
Antes de decir nada, la rubia alza una mano para mostrarnos un relicario manchado con sangre.
—Es de mi novio. Estaba en su departamento, él nunca se lo quita. —En su rostro hay una clara expresión de preocupación.
—Oímos disparos —añade su hermano—. Íbamos a seguirlos, pero cuando escuchamos los emisores... Pensamos que tal vez podrían ayudarnos.
—Sí, por supuesto —contesta Scott al instante—. Ayudaremos.
—Nosotros no —espeta mi marido con firmeza. En menos de un segundo me está guiando devuelta a la camioneta.
Con una mueca trato de disculparme con los Talbot, por no poder quedarme a ayudarlos a encontrar al novio de Lori.
Apenas termino de acomodarme en el asiento del copiloto, un poderoso relámpago azota el pavimento de la calle, unos tres metros por delante de la camioneta; se me escapa un grito ahogado, asimismo oigo que a Spencer y Lydia les pasa lo mismo. Por su parte, Stiles lanza una maldición y cierra la puerta, pero antes de rodear el vehículo para sentarse detrás del volante, lo veo intercambiar palabras con Scott. No oigo lo que dicen, en parte porque el corazón me late tan desbocado que siento las palpitaciones en los tímpanos y porque Castiel ha empezado a ladrar en cuanto el relámpago cayó, sin embargo puedo adivinar que se trata sobre la declaración de guerra de Gerard, el novio desaparecido de Lori, mi seguridad y la de la piñita.
