Capítulo 19: Sweet Dreams Are Not Made Of This.

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|| Sweet Dreams Are Not Made Of This

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|| Sweet Dreams Are Not Made Of This.

Meredith.





Abro los ojos al mismo tiempo en que mis manos se aferran con ganas a la almohada y mis piernas se doblan en un vano intento por moverse a una posición fetal.

No tardo nada en sentir un par de lágrimas deslizándose por el puente de mi nariz hasta la almohada y un nudo formándose en mi garganta. Ahogo un sollozo, no queriendo que Stiles de nuevo se de cuenta que me he despertado llorando; no quiero continuar preocupándolo, no cuando lo único que tengo es esta profunda tristeza acompañada fielmente del sentimiento de culpa.

Si me hubiera quedado en el sótano, si no hubiera salido de estas cuatro paredes, Castiel... El sollozo que estaba reprimiendo se me escapa, a lo cual cubro mi boca con una mano.

Necesito dejar de llorar, necesito dejar de pensar en esa noche, necesito enfocarme en el bienestar de mis bebés, pero no puedo evitar que mi mente regrese siempre al momento en que perdí a mi Cas, a la visión de su sangre esparciéndose por el suelo, a sus ojitos mirándome fijamente al dar su último respiro.

Jamás debimos volver a Beacon Hills. Debimos quedarnos en Austin, en nuestro hogar, sanos y salvos.

Quiero sumergirme en un pozo sin fondo, llorar hasta que finalmente ya no me queden más lágrimas que derramar, pero sé que no puedo, no debo. Por mis bebés, por Stiles, por mí.

Aún con la mano en la boca me insto a inhalar profundo y contener la respiración por diez segundos antes de soltar el aire con lentitud; al mismo tiempo enlisto cinco cosas que puedo ver, cuatro que puedo tocar, tres que puedo oír, dos que puedo oler y uno que puedo saborear. Repito esto hasta que me siento un poco más calmada, o al menos lo suficiente para controlar el llanto. Stiles me enseñó a hacer esto hace dos semanas, la misma noche en que por primera vez en mi vida tuve un ataque de pánico, apenas unas cuantas horas después de haber perdido a Castiel. Ahora, cada que me siento al borde de la desesperación, que no tengo nada bajo control, que el pánico puro se comienza a apoderar de mí, hago este ejercicio.

—Aquí Bravo Delta. Necesito encontrar a Tango Alpha. Repito, necesito encontrar a Tango Alpha.

La voz de Stiles me apura a secar todo rastro de lágrimas en mi rostro antes de mirar por encima del hombro.

Él está sentado frente al escritorio sobre el cual yace una radio antigua, de amplia magnitud en su señal, que el padre de Allison trajo dos semanas atrás. Trae puestos los audífonos que van conectados a la radio, frente a él se halla el micrófono que transmite su voz hacia el canal que ahora tacha de la lista en su libreta, una señal de que no ha tenido éxito allí.

Mientras yo paso los días en cama, reposando, durmiendo excesivamente, en duelo por la muerte de Cas, él los pasa atendiendome, hablando con los mellizos o intentando comunicarse con su amigo Devon para que nos ayude a salir de la ciudad.

About Hunters and Witches | AW&W: 6 | Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora