Capítulo 14

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—¡Sungmin, Sungmin

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—¡Sungmin, Sungmin... Sungmin!

El dolor, la pérdida. El sentimiento era tan grande que su pecho le dolía, él tenía la culpa, lo había matado, había causado su muerte. Kyuhyun estaba tan destrozado que quería morir, quería estar con Sungmin.

—¡Ahhh! —gritó golpeando el piso con su puño derecho, había llorado toda la noche y esa mañana el daño físico a su cuerpo no le importó en lo absoluto.

—¡Kyuhyun, hijo! —gritó su madre entrando estrepitosamente, para luego llevar una mano a su boca. Los nudillos de Kyu goteaban sangre a causa del golpe—. Hijo, no puedes hacer esto.

—Yo lo maté... yo... yo tengo la culpa mamá...

—Kyuhy...

—¡No! Necesito verlo, pedirle que me perdone—con los ojos llorosos, rojos y cansados le dedicó una mirada a su madre cargada de culpa. Entonces salió corriendo de casa.

Corrió y corrió por el camino de la casa a la entrada, no se fijó al cruzar la calle y justo después su cuerpo voló varios metros a causa del impacto de un auto, el sonido de las llantas frenando en la carretera fue lo único que escuchó.

—Kyuhyun —la voz de su madre lo sacó de sus sueños, había soñado una vez más con ese día, ocho años atrás.

Hoy se sentía terriblemente cansado. Se había graduado de la Universidad de Tokio con buenas notas y ahora podría decirse que se le abrían las puertas al mundo empresarial. Una semana antes ya le había llovido propuestas de trabajo, pero él tuvo simplemente que rechazar cada una de ellas. Estaba destinado a seguir los pasos de su padre, manejar la compañía tal como una vez se lo dijo. La idea no le desagradaba del todo, la empresa de su papá se dedicaba a crear lo que él tanto amaba, los videojuegos, pero no se sentía completo.

Su mamá entró a la sala donde descansaba con una persona tras de ella. Levantó la vista por un segundo de la televisión y después de ver a su acompañante volvió a prestar atención a la imagen.

—Tu primo ha venido a visitarte, cariño. Los dejo. —Su madre se despidió sin agregar nada más.

—Sabía que te encontraría en una situación similar, en estas fechas siempre estás deprimido —dijo la voz de un chico de aspecto joven, tenía alrededor de veintiún años pero daba aire de ser un joven bastante responsable y algo serio.

—Conoces mis razones —respondió con simpleza, su temperamento había cambiado con el paso de los años.

—¿Lee Sungmin? —Preguntó, en ese momento Kyuhyun desvió la vista del televisor ligeramente afectado por la mención de ese nombre— ¿Hasta cuándo vas a dejar de culparte por eso? Ya pasó mucho tiempo, casi ocho años y tú sigues llorando cada vez que recuerdas esa fecha.

—No seas exagerado, Minho, ¿además, qué quieres que haga?, ¿debo sonreír acaso? Tú no podrías si hubieras matado a la única persona que amabas —le reprochó, se levantó del sofá inquieto.

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