Capítulo 17

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El tiempo que tenían en Seúl llegaba a su fin. La tía de Kyuhyun había terminado sus negocios en la ciudad y para ella no tenía caso seguir ahí. La mujer ordenaba que bajaran sus maletas hasta el lobby esperando a los chicos en el pasillo. Saki salió de una de las habitaciones hasta reunirse con ella, un minuto después salieron Kyuhyun y su primo.

—¿Están listos? —dijo la mamá de Minho.

—Eh, sí, todo está listo, mamá. —Los dos primos se miraron, estaba claro que traían algo entre manos.

—Bueno, ¿qué esperamos? El taxi espera abajo —la mujer avanzó, los tres se quedaron en el mismo sitio, Saki los miraba intentando descubrir sus pensamientos.

—No sé qué es lo que estaban haciendo ayer en ese hospital, pero no tardaré en descubrirlo —sonrió con hipocresía y se colgó del brazo de Kyuhyun—. Hanii. Vamos, amor.

Kyuhyun fue arrastrado por Saki hasta el elevador, si no fuera porque estaba su tía presente ese gesto asfixiante hubiera tenido otro final. Minho los siguió, riendo por lo bajo, había ocasiones en que se compadecía de Saki ya que muchas veces rogaba por un poco de atención de parte de Kyu, pero otras veces recordaba lo malvada que podía llegar a comportarse y se le olvidaba la compasión.

—Vamos, querida, entra conmigo —dijo la tía, Saki entró al taxi seguido de ella.

—Nosotros iremos en otro taxi —explicó Minho cerrando la puerta del lado de su madre.

—Pero... aún hay espacio para los dos.

—Estoy segura de que planean algo, yo voy con ellos. —Saki intentó salirse pero la mujer la detuvo.

—No pasa nada, no seas paranoica —dijo el joven de brazos cruzados.

—¡Minho! —lo reprendió su madre por el poco tacto hacia ella, estaba claro que no la conocía bien.

—Estaremos bien, tía. Las alcanzaremos pronto —se acercó hacia la ventanilla de Saki e inclinó para verla—. Prometo no hacerte esperar mucho, " Hanii".

Saki infló las mejillas, rojas del coraje, ella estaba segura de que esos dos algo se traían entre manos, pero no pudo hacer nada para que le permitieran quedarse. Finalmente el taxi de ellas avanzó primero.

—Muy bien, tenemos poco tiempo. —Minho pidió un taxi recién desocupado y se subió con Kyuhyun—. Me aseguraré de que no se den cuenta de tu ausencia, al menos hasta estar en vuelo.

***

Kyuhyun se despidió de su primo. Ahora estaba solo frente al hospital donde Min había pasado la noche. No tenía ningún tipo de pertenencias, excepto su billetera. Su maleta se había ido en el primer taxi y por el momento no podía recuperarla. Pero no le importaba, por ahora la prioridad era Sungmin. Caminó hacia la entrada y pidió información del doctor Shindong, para su sorpresa lo esperaba desde muy temprano en su consultorio.

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