Capítulo 8

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—Me gustas —le dijo, mirándolo a los ojos sin ninguna duda. Min pudo percatarse del reciente tono rosáceo en las mejillas de su mejor amigo. Escuchar esas dos palabras era tan emotivo que después de oír su confesión todo su ser se llenó de él.

—Kyu...

—Y no eres menos que los demás, para mí lo eres todo. Como mi ángel.

Las mejillas de Minnie se tornaron aún más rojas, él no era un ángel, Kyu lo era. A Kyuhyun no le importaban todas esas chicas, que según Min, eran mucho mejor que él. Escuchar a su amor decir que lo era todo en su vida lo hizo sentirse más seguro. Bien, había sobrellevado la noticia sin complicaciones, ¿qué seguía después? Pudo leer las intenciones de Kyuhyun en sus ojos, miraba sus labios fijamente esperando una aprobación.

—¿Puedo? —preguntó ansioso. Sungmin movió su cabeza en afirmación y el castaño se acercó cada vez más.

Las risas de algunos chicos en el baño exaltaron a Min al punto de abrazarse a Kyuhyun y enterrar su rostro en su pecho; la puerta estaba cerrada, pero el susto nadie se lo quitaba, excepto tal vez Kyuhyun.

—Ya se fueron —susurró después de un minuto. Min se separó apenado y sin mirarlo a la cara.

—Salgamos. —Minnie pudo alcanzar el seguro y abrió la puerta para salir presuroso del baño, Kyuhyun lo siguió de cerca. Sungmin casi corría por el pasillo a pesar de que sabía que no debía hacer esfuerzo físico, toda esa situación le resultaba tan bochornosa que no sabía cómo actuar.

—Sungmin —lo llamó Kyu varios pasos tras de él—. Min, detente. —Sungmin no lo hizo, así que Kyuhyun alcanzó su mano, solo así el conejo frenó su marcha— ¿Por qué huyes?

—No huyo, debes regresar a la competición —se excusó.

—¿Entonces por qué pareces tú la persona que competirá? —Min arrugó los labios, no tenía algo para decir—. Hace un momento te dije que te quería, estás huyendo de mí.

—Te dije que no estoy huyendo, es solo... que no sé cómo debo hablarte ahora.

Kyuhyun sonrió por su timidez, era un chico inocente y muy vergonzoso, le gustaba eso de él, pero no quería que fuera un impedimento para que nunca lo viera a la cara o se diera a la carrera como ahora. Kyuhyun entonces levantó su barbilla para que lo mirara.

—Nada va a cambiar, tú eres mi mejor amigo, y yo el tuyo. Te quiero y tú me quieres, podemos seguir como hasta ahora, la diferencia es que estamos conscientes de nuestros sentimientos. No voy a obligarte a nada, ni a presionarte, cuidaré de ti, no dejaré que nada ni nadie te lastime. Yo... —Kyuhyun por unos segundos quedó muy pensativo, como debatiéndose si debía decir lo siguiente— quiero que seas mi novio.

El rostro de Sungmin inmediatamente cambió a sorpresa, Kyuhyun le estaba pidiendo ser su pareja, por un momento había creído que seguirían como los mejores amigos, un amor más allá de la amistad pero sin ataduras, en el buen sentido. Pero no, Kyuhyun quería una relación formal. Su corazón no podía con tanto, pero se mantuvo firme por el futuro amor que viviría a partir de ahora.

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