Glass Heart

Capítulo 30

Cólera, se sentía tan enojado con su padre, no entendía por qué no lo dejaba ser feliz. Cuando era niño siempre le tuvo mucho respeto, pero al pasar los años su papá se convirtió en una persona cerrada y por completo entregada a su trabajo, casi nunca estaba en casa. Su madre y él pasaban el tiempo juntos, esperándolo, a ese hombre que ahora lo miraba igual de enojado.

Después de cerrar la puerta escuchó un grito por parte de su padre. Luego un golpe, algo había caído haciendo gran alboroto. Kyuhyun regresó, se sorprendió de ver a su padre tirado junto a una silla. Corrió hacia él, estaba teniendo, al parecer, un paro cardiaco. Qué ironía.

Llamó a emergencias. Se llevaron a su papá, su madre estaba muy preocupada y él también, pero tenía el asunto de Sungmin, quería irse, pero su mamá lo necesitaba ahí. No tenía idea de qué hacer ya que Saki estaba tras Min.

—Hijo, tu padre odia tener que preocuparme, estoy segura de que ya sabía de su condición —le dijo ella, llorando en la sala de espera.

—Mamá, tranquila. Padre es un hombre fuerte, estoy seguro de que se recuperará, aún es joven —le dijo para consolarla, la mujer asintió— Llamé a mi tía para que te acompañe, yo debo salir, pero regresaré pronto.

—¿Quieres irte en un momento como este? —le preguntó en tono de angustia.

—Lo siento, será rápido, tengo que recoger a una persona, a mi novio, mamá —le confesó, ya no tenía por qué ocultar las cosas, después de todo su padre lo sabía.

—Tú... ¿y Saki? Ella es tu prometida.

—Ella no es nada mío, eso es algo que papá decidió y yo no lo apruebo. Saki ya lo sabe y no hablaré más del tema, ahora esperemos un diagnóstico del doctor, volveré mañana mismo —besó su frente—. Espera a mi tía, ya vuelvo.

Kyuhyun ignoró el llamado de su madre. Si no iba por Sungmin se arrepentiría después y tampoco quería estar con el pendiente de lo que pudiera hacerle Saki si lo encontraba. Tomaría un vuelo a Seúl, encontraría a Min y lo traería con él, a su lado estaría más seguro.

***

Sungmin estaba recostado. Esa tarde había vuelto a ver a su tío y nunca se sintió más asustado por tenerlo cerca ¿Todos esos años había fingido amor paternal por él? Vivió engañado, una persona así... no quería verla otra vez.

Sungmin se sobresaltó al escuchar el sonido en tono bajo de su celular. Al ver en la pantalla pudo leer un número desconocido, no iba a responder, pero por alguna razón lo hizo. Al pegarse el celular a la oreja escuchó una respiración del otro lado, como si una persona intentara asustarlo.

—¿Quién es? —se atrevió a preguntar. Nada, solo el ruido de la respiración se escuchaba una y otra vez— No... no es gracioso —iba a colgar, pero un grito lo paralizó.

—¡Te voy a matar, te voy a matar, te voy a matar! —Sungmin aplastó en la pantalla el botón de colgar y tiró su celular hacia la pared, destrozándose al instante.