Glass Heart

Capítulo 25

Esa mañana Heechul salió con Hangeng en un auto, detrás de ellos iban dos autos más con hombres que el señor Cho ponía a su servicio. El tráfico aumentaba en algunas calles, así que optaron por seguir una menos transitada. Cuando el auto paró en un semáforo en rojo Heechul desvió su vista hacia un lado, cuál fue su sorpresa al encontrarse con la persona que tanto estaba buscando, era él... Cho Kyuhyun.

—La suerte me sonríe —dijo Heechul mirando con ojos brillantes a su objetivo.

—¿Él es el chico que buscas? —preguntó Hangeng, de alguna manera le parecía familiar. Hee no respondió, en cambio sacó su celular.

—Sigan al auto de enfrente, es Cho Kyuhyun —ordenó a sus hombres. Luego colgó volviendo a sonreír con satisfacción, por fin, después de días. De esta no se escapaba—. Hoy mismo regresamos a Japón.

El auto de Kyuhyun dio vuelta por una calle y entonces dos carros más le interceptaron el paso. Heechul se levantó del asiento trasero con sorpresa, esos no eran sus hombres, ¿qué es lo que estaba pasando? Vio como cuatro sujetos en traje se bajaban y rodeaban a Kyuhyun. Heechul intentó abrir la puerta pero estaba asegurada.

—¡Abre! —le ordenó a uno, éste quitó el seguro. Hee se bajó sin hacerle caso a los gritos de Hangeng.

—¡Espera, es peligroso!

Fue testigo de cómo uno de esos hombres golpeaba a Kyuhyun dejándolo inconsciente. Heechul corrió golpeando a uno en la cara mientras lo tomaba por sorpresa, intentó hacer lo mismo con otro pero uno de ellos lo agarró por la espalda inmovilizando sus brazos.

—¡Idiotas, vengan aquí! —le gritó a sus hombres.

Luego de eso se llevó a cabo una lucha entre dos bandos diferentes, Heechul no sabía quiénes podrían ser esas personas en traje. Aprovechó que todos estaban ocupados para llegar hasta Kyuhyun. Lo tocó, solo estaba inconsciente ¿En qué otros líos estaba metido este chico?

—Hangeng, ayúdame a llevarlo al auto —le dijo, refiriéndose al que ocupaban ellos dos. Trasladaron a Kyuhyun, y luego de asegurarse de que no lo siguieran, dio órdenes precisas a sus hombres de investigar para quién trabajaban esos tipos.

Llevaron a Kyuhyun hasta el hotel con precaución. Lo depositaron en la cama y una vez ahí Heechul le dio un par de cachetadas para despertarlo. Kyuhyun se movió y abrió los ojos recibiendo el dolor del golpe, sus ojos pasaron a sorpresa al observar la figura de Hee, esa que había estado evitando desde que Minho se lo advirtió.

—¿Tú y tus perros me atacaron? —Kyuhyun frunció el ceño y miró a Hee con reproche.

—No, no fuimos nosotros. Y eso es lo que quiero preguntarte ¿En qué mierda estás metido?

—¿No fuiste tú? —preguntó con sorpresa y confusión, ignorando su cuestionamiento.

¿Quién podría querer hacerle algo además de su padre? La única persona que se le ocurrió fue el tío de Sungmin. Sí, era el único de quien podría sospechar. No le sorprendía, después de cómo había actuado aquel día era lógico que intentara algo. Sungmin se decepcionaría todavía más de él. Lo mejor sería no decirle; pero ahora el problema era Heechul, ¿lo dejaría ir?