Sungmin estaba enfermo y solo. Una amistad adolescente podría convertirse en el amor que ha estado esperando, pero también en una enfermedad mortal para el corazón.
Pareja principal: KyuMin
Pareja secundaria: EunHae
Género: Fanfic, drama, romance, y...
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Heechul entró al taxi que lo esperaba desde hacía 10 minutos, no duró mucho hablando con Sungmin, pero sí se aseguró de que el joven entendiera por qué Kyuhyun se había ido sin despedirse. Estaba molesto consigo mismo por sentirse tan conmovido y a la vez comprensivo con Kyuhyun, a él no le convenía que Kyu se saliera con la suya pues quien pagaría los platos rotos sería él, el genio del señor Cho no era nada agradable, sobre todo cuando estaba molesto con su hijo.
¿Ahora qué tenía que hace? Él no quería tener que lidiar con Kyu más adelante, era probable que ahora el chico le pediría ayuda para poder librarse de la responsabilidad que le impuso su padre, pero no estaba dispuesto a ser manipulado, aunque se tratara de un viejo amigo.
—Sería mejor para todos que Kyuhyun no volviera, pero ahora que tiene a Lee Sungmin luchará por lo que quiere —masajeó su cráneo al imaginar lo que vendría—. Maldición, voy a morir joven.
***
Kyuhyun recibió la bofetada una vez más, su papá le pegó por segunda vez y tal parecía no ser suficiente, estaba muy enojado. No tenía mucho tiempo ahí, pero en el momento de estar en su presencia su padre lo vio y se le lanzó encima con un sin fin de palabrerías que taladraron su cerebro una y otra vez. Seguramente los gritos se escuchaban en toda la casa y los empleados se daban cuenta de lo que pasaba, el hijo perdido del dueño había regresado.
—¡Me vas a decir en este momento por qué huiste! —le gritó— ¡Contesta! Te conozco, debes tener un motivo, ¿quién es?
Kyuhyun miró al suelo. Durante todo el vuelo estuvo pensando qué decirle a su padre en el momento del interrogatorio, no estaba seguro si funcionaría, pero tenía que intentarlo, todo para proteger a Sungmin de las garras de su padre.
—Conocí a una chica hace unas semanas aquí en Tokio, ella vive en Seúl, cuando Minho me invitó a ir con mi tía decidí quedarme allá con ella —mintió, debía proteger a su novio a toda costa, pues su papá jamás lo entendería—. No quiero casarme con Saki, lo sabes muy bien, padre.
—Mientes. Te conozco, no tomarías la decisión de irte con una mujer a semanas de conocerla y abandonar a tu madre y tu futuro —se acercó y lo tomó del cuello de su camisa—. No tengo idea de por qué Heechul se quedó, pero haré que me diga todo de una manera u otra.
La mirada de su padre por primera vez en mucho tiempo le infundió temor ¿Si sabía de la existencia de Sungmin, realmente le haría daño? Necesitaba aguantar un tiempo y huir nuevamente, esta vez a alguna otra ciudad donde no pudieran encontrarlos nunca.
—¡Kyuhyun! —su madre entró gritando, apartando a su esposo para abrazar a su hijo. Kyu correspondió sin quitar los ojos de su papá que ahora caminaba molesto por la oficina de su casa—. Hijo, me tenías tan preocupada, no sabes todo lo que he pasado—. Besó su mejilla.