EODL: uno

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Observando la cantidad exagerada de cubiertos, platos y copas frente a él, Yoongi soltó un suspiro.

Era hora del desayuno, se le había despertado desde las seis de la mañana para que se aseara y a las siete bajara a comer con la familia reunida. Ahora mismo que se encontraba ahí, deseó haber leído un libro sobre etiquetas a la hora de comer antes de casarse.

Jeongguk a su lado ladeó una sonrisa al ver que su esposo no había movido ni siquiera un tenedor por no saber cual elegir. Frente a ellos descansaba un filete de cordero acompañado de una ensalada de papas y verduras. Yoongi en estos casos únicamente necesitaría de sus dedos para sostener la carne y, de sus dientes para tirar y masticar.

-¿No tienes hambre, querido? -Jeon Joongki el padre de Jeongguk, se preocupa por él al verle observar la comida indeciso.

Yoongi asiente no prestando atención a reacciones ajenas, tardando un poco en responder de manera verbal. Se siente ligeramente avergonzado.

-Estoy acostumbrado a hacerlo más tarde -miente alzando la vista al fin. Los padres de Jeongguk y el mismo Jeongguk lo ven únicamente a él.

-Oh -el ex-líder suelta una risa comprensiva-. Yo también, solo quería impresionarte -dice, haciendo que el Omega se relaje por la noticia.

-JoongKi -reprende Lehaní dejando caer sus cubiertos y provocando un ruido borde con estos.

El padre de Jeongguk se alza de hombros continuando con su comida, y el azabache es quien toma la palabra esta vez.

-Lo normal aquí es que cualquiera desayune, coma y cene a la hora que pueda. La mayoría del tiempo no coincidimos en horarios libres -se aclarara la garganta antes de continuar-. Papá va a una de las empresas a trabajar, y yo también, a veces hago mis rutinas. Mamá se queda en casa.

-Porque ese es mi deber como Omega -Lehaní dice directamente a Yoongi, ganándose su atención. El peli gris ve a su suegro asentir, pero no sabe si es dándole la razón a su esposa o solamente por lo bueno del filete que devora sin pudor.

Jeongguk parece que dirá algo, pero Yoongi sobre pone su mano encima de la ajena callándole ante cualquier cosa. El Omega suspira sopesando sus propios pensamientos y los recuerdos de las palabras de su marido antes de casarse.

"Habrá gente que querrá verte de rodillas, pero como mi esposo no puedes permitirte eso."

Más que buscar defenderse por ser esposo de Jeon Jeongguk, Alfa líder de un clan, busca hacerlo porque es Min Yoongi, alguien que no está dispuesto a que sus ideales sean tirados a la basura.

-Es bueno que sea su deber -dice sonriendo con amabilidad-. Yo probablemente siga a Jeongguk a donde el vaya hoy, ya sabe, para mantenerme ocupado.

A la Omega se le pintan las mejillas de rosa, lo más probable que enojada, y niega mirando a su hijo.

-Hay mucho que hacer aquí -le comenta, tratando de que el Alfa menor ceda y que Yoongi no termine haciendo su voluntad.

-También hay mucho que hacer en donde estoy -el azabache dice, no mirando a su madre, solo a la copa de agua que ahora toma para beber-. Seguramente a mi destinado le agrade dar el paseo de rutina por mí hoy.

Inconscientemente Yoongi sonríe, y la Omega busca con la mirada a su esposo rogando su intervención, pero este solo se alza de hombros.

-Es su vida -dice como excusa no alejándose de la verdad.

Por muy padres que sean ambos ya no podían interferir en las decisiones de Jeongguk, ni como líder, ni como hijo. Irónicamente, casarse fue el último firmamento para su libertad.

El Omega del Líder Donde viven las historias. Descúbrelo ahora