El Omega del Líder

LFL: uno

He aquí el milagro de recuperar la segunda temp.

Kyungmin emergió del agua para tomar aire, inmediatamente llevando las manos a su rostro para despejar su vista, pero al instante unos brazos fuertes le empujaron por hombros para hacer que se hundiera de nuevo.

—¡A nadar pesecito! —Heeseung le dijo.

El pequeño Alfa se removió inquieto para liberarse, no quería seguir tragando agua de aquel lago, además de que su "primo" le había prometido enseñarle a nadar, no que iba a matarlo ahí mismo.

Cuando logró quitarse a Heeseung de encima, camino hasta la orilla, por suerte nunca se metió a lo hondo.

—Eres un mentiroso —se quejo viendo su camisa y short empapados—. Llevamos dos horas aquí y apenas y puedo mantenerme a flote.

Heeseung se sentó a su lado.

—Solo quería una excusa para escaparme de Hyori y su inminente flechazo por mí —esbozo una mueca—. Papá dice que la acepte, pero no me gusta, Eunyeong es más bonita.

—Estás loco —Kyungmin le miro incrédulo—. Yeong no tiene una galaxia adornando sus mejillas, me parece tierno que Hyori sacara las pecas del tío Lix.

—Sí, pero Eunyeong tiene los labios bonitos y besables —suspiro como todo un enamorado—. De verdad no sé qué hice para merecer que Hyori este detrás de mí, añadiendo el hecho de mis tíos y mis padres parecen de acuerdo con eso. Solo espero que cuando ella entre a la universidad ni se le ocurra elegir la misma carrera que a mí, no soportaría verla hasta en la sopa.

Kyung negó riendo, sacudiendo su cabello con una de sus manos para luego ponerse de pie.

—Hyung —llamó—. Enséñame a nadar de una vez, por favor —pidió aburrido, recibiendo un asentimiento por parte del alfa mayor.

Justo cuando estaban a punto de adentrarse de nuevo al agua, el teléfono de Heeseung comenzó a sonar insistente. El castaño bufó caminando hasta su mochila para sacar el móvil y contestar. Kyungmin miró con atención como su amigo viraba los ojos con molestia, asintiendo y hablando casi fastidiado.

Luego colgó y tomó la camiseta seca que guardo en su mochila, la cual se quito antes de tirarse al agua al llegar.

—Llamó mi papá Jisung, quiere que regrese a la casa porque pronto va a anochecer y Minho esta como loco —suspiro—. ¿Vienes?

El menor asintió, comenzando a caminar y agarrando de paso sus propia mochila, al salir del bosque aprovecho para sacar su teléfono y checarlo. Negó para sí mismo al ver que solo tenía un mensaje de su hermanita y otro de Minho diciéndole que advirtiera a Heeseung de que ya se fuera a la mansión.

A veces quería reírse de sí mismo al mantener sus expectativas altas respecto a sus padres.

Exhalando con cansancio, se metió al chat de su hermana notando que estaba en línea y no queriendo ignorarla, contestó.