EODL: treinta y tres

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Jisung miraba a Yoongi entre preocupado, y enojado. No era para menos cuando de una y otra forma el peli gris se las arreglo para salir de la mansión.

O sea, salir. De verdad. Caminando.

Ahora mismo se encontraban en el centro comercial, Jeongguk ya había estado comprando ropa de bebé por Internet junto a su esposo, pero esa todavía no llegaba, y Yoongi quería llevarse la experiencia completa. Ver, tocar, llorar mientras ve, cosas normales.

Su enorme de barriga que pisaba los nueve meses y días, era el centro de atención, no dudaba que ya alguien le hubiese tomado una foto para publicarla, solo faltaba que su Alfa la viera para que le marcará histérico.

-Mira esto, Sung -le mostró unos zapatitos de color amarillo-. Se ven muy lindos.

-Ajá -dijo, cargando las bolsas de las otras tiendas anteriores-. Se ven genial.

Yoongi dejo los zapatitos a un lado y se giro para mirar a su amigo.

-¿En serio vas a seguir enojado? -preguntó, posicionando sus manos en jarra-. Estoy bien, no me pasara nada.

-No, solo que rompas fuente aquí mismo y que el hospital más cercano esté a dos horas -viró los ojos-. ¿Sabes que si el líder se da cuenta no te hará nada a ti, pero a mí quizás me mate?

-No permitiría eso, jamás -le dijo, rodando los ojos-. Vente, ya nada más pagó esto y nos vamos. Ahorita traigo como un dolorcito en la espalda y me quiero recostar un rato.

Jisung asintió rendido, siguiendo al peli gris por detrás, quien casi llevaba la tienda completa en el canasto de plástico.

-Por cierto, yo tengo uno gorritos que la abuela tejió para Heeseung, si quieres puedo dártelos -murmuró apenado.

-¡¿En serio?! -Yoongi dejó las cosas en el mostrador, sacando su blackcard* del bolsillo de su Jean, ya que le daba pereza utilizar bolso o cartera-. Pero son tuyos, y es el único recuerdo que tienes de ella, yo no podría...

Jisung se recargo en el mostrador, sonriendo.

-Son cinco, que te parece si te doy dos y me quedo con tres -ofreció con tal de que aceptará.

-¿Seguro?

-Claro, es tu primer hijo y quisiera que utilizará algo que ella hizo con sus manos -se alzó de hombros.

-Ay -el pálido miró a la cajera que pasaba prenda por prenda marcando el precio-. Bien, pues. Gracias Sungie.

El rubio asintió más contento y ayudo con las nuevas bolsas a su amigo para poder salir de la tienda cuando el pago estuvo hecho de una vez. Ambos caminaron con lentitud y cuidado, ni siquiera habían subido a la segunda planta del centro comercial para no poner en peligro al embarazado. Aún así Jisung sentía un mal presentimiento, su marca se sentía picosa, como si su esposo estuviera molesto y preocupado, pero él estaba trabajando así que no habría manera de que se enterara de su ausencia con Yoongi en la mansión.

O eso pensó.

Al salir del gran recinto rumbo al auto, grande fue su sorpresa al ver al Alfa junto al auto, él miraba hacia todos lados con el ceño fruncido y su pie moviéndose impaciente.

-Gua~, Honnie -Jisung sonrió coqueto-. Que bien te ves con el uniforme de guardia, arréstame.

-Arrestado vas a quedar cuando el líder te ponga una demanda por secuestro -le arrebato las bolsas extendiéndole un periódico.

Jisung miró entre incrédulo y asustado como su esposo metía las cosas a la cajuela y luego iba por el par de bolsas que tenía el embarazado. Luego volteo a ver a su amigo, pero este solo se alzó de hombros dándole a entender que no sabía a lo que se refería. Jisung regresó su vista al periódico, sacando la liga que lo mantenía enrollado para ver la portada.

El Omega del Líder Donde viven las historias. Descúbrelo ahora