EODL: veintiséis

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Yoongi miró por el pasillo del super a su esposo que venía caminando de lo más contento, extendiendo su móvil con una imagen que no pudo ver con claridad hasta que la tuvo de frente.

-Es la foto que te ha pedido la muchacha antes de entrar -el azabache dijo, riéndose cada vez más-. Lo mandaron los chicos al grupo que tienes con ellos.

El pálido arrebato su propio teléfono de las manos ajenas sólo para suspirar rendido.

"Los líderes también hacen cosas normales, como la despensa por ejemplo."

La descripción se le hizo algo inmadura, pero decidió dejarlo pasar, incluso le dio like y retweet al post para dejar que vieran que no estaba ni en lo más mínimo de ofendido. Le devolvió el aparato al menor y continuó empujando de su carrito después de haber elegido el cereal que quería llevar a casa.

Jeongguk continuó perdiéndose por los pasillos como si fuera un niño pequeño, y apareciendo sólo para agregar algo que se le hizo bonito o que se le antojaba a la lista de compras. Yoongi por su parte intentaba meter lo necesario para no tener que desperdiciar comida después, era millonario ahora, pero antes no, y sabía lo que era vivir con la incertidumbre de no tener ni una jodida tortilla para comer.

-Líder~ -escucho que canturreaban y se dio la vuelta solo para encontrarse con Jisung y su cachorro.

-Sunggie ¿Qué andas haciendo? -preguntó bobamente.

-Lo que todo el mundo hace un supermercado, escribir libros -ironizó-. Vine a acompañar a Minho, y Heeseung me acompaña a mí.

El pálido le hizo una caricia al bebé, a quien duras penas se le veían los ojitos de tanta prenda para el frío que tenía encima.

-¿Van bien o necesitas que les preste dinero? -inquirió, no apartando la vista del niño.

-Estamos algo bien, no te preocupes -Jisung le sonrió-. Además si te acepto algo Honnie se puede sentir herido, aún tiene esa espinita de que cree que no puede brindarnos lo suficiente para vivir dignos -acomodo al bebé en sus brazos-. Nunca cambiará.

-Bueno, tú puedes decirme cuando quieras empezar a trabajar y yo despido a mi asistenta, últimamente es un grano en... -se detuvo al ver como su sobrinito le miraba con sus ojos redondos y grandes-, ya sabes.

Jisung sonrió, poniendo a Heeseung en el suelo, su hijo apenas tenía los dos y caminaba como loco ahora que podía hacerlo por sí mismo.

-Busca a papá -el omega rubio le ordenó, y el cachorro asintió comenzando a caminar arrugando la nariz-. Lo va a olfatear hasta que lo encuentre, o quizás Minho lo perciba primero.

-Oh -Yoongi se impresionó por el dato-. Ustedes si que son extraños.

-Cosa de familia -se alzó de hombros-. ¿Cómo vas con Jeongguk? oí qué apenas despertaba ya estaban tronando la cama, debiste dejarlo despabilar un poco -se burló, sonrojando a Yoongi.

-Me indujo un celo, y luego se lo provoque yo a él -explicó-. No sé quien te pasa los chismes.

-Minhyuk -Jisung confesó-. Tenemos un grupo aparte donde hablamos de ti y el líder, está él, Minho, HyunJin, Félix, SeokJin, los otros líderes, yo, e incluso tu suegro.

El pálido hizo una mueca desconfiada para luego negar, no se molestaba ni preguntaba por eso porque sabía que sus amigos eran unos costillas que a escondidas le tenían miedo a Jeongguk y a él.

-Creo que alguien está enojado -dijo de repente, señalando detrás de su amigo.

Jisung se dio la vuelta viendo a Minho que venía con el cachorro en un brazo y el carrito de compras siendo empujado por el otro.

El Omega del Líder Donde viven las historias. Descúbrelo ahora