El Omega del Líder

EODL: dos

Busan era una ciudad tranquila, y el pueblo mucho más. Yoongi no entendía porque el líder daba paseos que a veces duraban horas con el fin de "vigilar" puesto que además, había guardias en los rincones menos pensados.

Jeongguk iba avanzando a paso lento miraron a las personas que pasaban y le saludaban reverenciando. También se encargo de hacerles saber a todos que Yoongi era su pareja y la mayoría, aunque se notaron inconformes porque la luna de su clan estuviera dando el rol también, sonrieron y saludaron.

Cuando llegaron a las zonas rurales, el omega sonrió en sus adentros, conocía el perímetro a la perfección, ya que él venía de ahí.

A lo lejos logró divisar a dos lobeznos que jugueteaban y corrían de un lado a otro, su cola se movió feliz.

-Conozco esté lugar -le dijo al Alfa-. Vivo cerca.

-Vivías -le corrigió amable-. Aún no me creo como un puro pudo vivir en las clases bajas, y no trató de ofenderte, simplemente que la familia líder siempre busca a los más fuertes para que trabajen para ellos.

Yoongi relentizo su paso, metiendo la cola entre sus patas.

-Nunca fui de las clases bajas, papá tuvo un buen empleo... Pero después él murió y me quedé sin nadie que me cuidara, hasta que la abuela de un amigo lo hizo -se detuvo, colocándose frente a Jeongguk cuando este se sentó sobre dos de sus patas-. Si te preguntas, no, no tengo mamá, ella murió poco después que mi padre al no soportar el lazo roto. Yo tenía diez años cuando eso pasó.

Jeongguk se acercó a él, provocando que Yoongi se dejara caer al suelo para mostrarle el estómago en sumisión, el lobo azabache comenzó a lamer su hocico, moviendo la cola dócil.

-Eres fuerte ¿Sabes? Me impresionas mucho. Realmente me interesaría saber todo sobre tu pasado, sobre cómo te forjaste para ser quien eres hoy.

Yoongi gimió como un bebé recibiendo los mimos gustosos. Ambos estuvieron así un rato, hasta que una bolita de pelos chocó contra el líder.

La pareja miró a un costado, notando a un cachorro en su estado animal. El pequeño sacudió su cabecita estornudando.

-Hola -Jeongguk le saludo, dejando que Yoongi se pusiera de pie.

El Omega reconoció al niño, pero decidió dejar que su Alfa jugará un rato.

El lobezno miró a Jeon y retrocedió torpemente, se veía a leguas que tenía menos de los dos años de edad, aún se le dificultaba el avanzar.

-¿Qué haces? -insistió el líder, atemorizando al cachorro sin saber.

¿Y cómo no hacerlo? Sí el Alfa era diez veces más grande que él.

-Creo que lo estás asustando -murmuró Yoongi, dejando que sus feromonas salieran disparadas para que el bebé no llorara. El cachorro entonces miró en su dirección, percatándose de su presencia.

Intentó ir hacia el omega, pero Jeongguk se lo impidió.

-Es mi esposo, primero tienes que saludarme a mí si quieres ir con él -bromeó, hablando suavemente solo para que el cachorro quisiera acercarse a él, pero fue mala idea porque en un instante, el lobezno regresó a su forma humana, comenzando a sollozar.

Yoongi sintió que las patas le temblaban, volviéndose humano él también para poder atender al cachorro. Jeongguk bufó con gracia, imitándole solo para acercarse a un tendedero y tomar una par de mantas para cubrir la desnudez de su esposo y la suya.

Con cuidado, dobló la tela y la enroscó en Yoongi como si fuera un Dios griego, con él mismo, solo la ató en su cintura.

-¡Heeseung! -un joven Omega se acercó a la pareja, asustado.