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—¡Lo quiero aquí! —grito Hyunjin golpeando el escritorio donde Chan estaba en la computadora —me importa una mierda

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—¡Lo quiero aquí! —grito Hyunjin golpeando el escritorio donde Chan estaba en la computadora —me importa una mierda

—No debiste acercarte a él —le interrumpió —te dije que no lo hicieras y ahora, ellos saben que es tu debilidad, lo usaran para destruir nuestros planes, por tu bien aléjate de él —lo miro fríamente.

Hyunjin solo gruño bajo y camino por el gran almacén escondido en un edificio abandonado en aquella gran ciudad. Camino hasta subir a la azotea y miro la luna. Se maldijo a sí mismo por aquellos sentimientos. Y es que Chan tenía razón, Felix era su debilidad, con ello era claro que podría arruinar sus planes.

Creía que en esos 10 años iba olvidarse de aquellas estrellas en aquel pequeñito rostro, con una nariz de botón, aquellos labios y esa sonrisa. Todo en Felix era dulce y perfecto. Debió odiarlo cuando lo dejo abandonado, pero lo ultimo que recuerda de ese día fue los ojos de suplica de Felix, intentando alcanzarlo, sus lagrimas cayendo y el grito de su nombre que lo despertó en aquellas infinitas noches. Su Felix fue llevado por Sam, eso lo sabía bien, pero aun dolía, dolía como mil demonios, ni el fuego ardiendo desde su interior quemaba tanto como el sentimiento de ser dejado por las dos personas que mas amaba en el mundo. A las cuales quería proteger de todo, sin embargo, al final solo debía concentrarse en el odio. El odio que lo hizo levantarse y avanzar en la oscuridad.

El mundo debería cambiar, los inhumanos deberían ser quienes se levantarán y no ser aquellos objetos del gobierno para su beneficio.

Sin embargo, estaba ahí en la azotea intentando no correr hacía Felix y protegerlo. Atraparlo y esconderlo para siempre.

Amar era una mierda. Una mierda dolorosa.

——⛈——

Felix se levanto de golpe, para darse cuenta que estaba en la cama, el brazalete sonaba y el deseo de azotarlo contra la pared crecía en cada pitido, junto el dolor de cabeza por no recordar como había llegado a su cama, cuando lo ultimo que recordaba era haber dormido frente al televisor. Mimi brinco en su regazo para traerlo de vuelta, se estaba volviendo loco, eso pensó acariciando el pelaje blanco de su gato.

Se levanto a regañadientes, quería quedarse dormido hasta desaparecer, pero se dio palmaditas en el rostro para darse los suficientes ánimos, pues él tenia una misión y no había vuelta atrás.

Camino hasta el baño, se metió en esta después de quitarse la ropa, pero terminó dando un grito, porqué había dos llaves y un algo que media la temperatura o eso dedujo despues de quemarse con el agua. Pues donde vivía solo había dos horas para el agua caliente y tenías que aprovecharlo o bañarte con el agua helada. No había mas complicaciones.

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