Un comentario fuera de lugar sale de tu boca, tus acciones que muy a menudo demuestran poco o nulo interés, ajustas tu total forma de ser a la frecuencia que siempre acostumbras una vez más, y mi corazón se agrieta, ya perdí la cuenta del número de veces, solo sé que ha sido una vez más.
Me veo a diario intentando tomar sentido a tu ser, a descifrar tus gestos, a hacer desaparecer la interferencia entre tú y yo, sin embargo solo consigo llevar a cuestas pequeños fragmentos de oraciones que pierden coherencia al intentar formar comunicación alguna.
El sonido intrínseco de tu persona al entonar una risa o, algo que se le parezca, al escupir cualquier cosa que pueda parecer una respuesta, una que bien sabes es necesaria, o al asumir que no hay validez alguna al momento de yo creer que todo va mal, ese sonido, ese que es tan intermitente y algunas veces muy fuerte, que te impide percibir los latidos cada vez más sordos de un corazón que difícilmente puede llegar a la estación más cálida cuando se trata de ti. Y sin emoción de aceptarlo, lo hago, mantengo un diálogo conmigo misma para llegar a la conclusión de que vamos a frecuencias distintas. Nuestros pulsos son tan distintos, se encuentran a volúmenes diferentes y la correspondencia es imposible. Ya no hay forma de escucharnos.. ° .
🥀 - Cafeína para el papel.
° . - I.
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