Creo fielmente que la causa de mi triste relación con los hombres, soy yo. Mi existencia misma.
¿Por qué debo aferrarme a esas personas que no me quieren de vuelta?
¿Por qué cada uno me hace sentir que todo sería mejor si simplemente estuviese muerta?No lo notan, pero soy como ese fantasma de su pasado que les atormenta.
Me aferro, idealizo y me quiebro.Y al final de todo, solo me veo agarrada fuertemente a sus piernas pidiendo consuelo.
No, ellos no me quieren. No les gusto, ni siquiera les agrado. Solo les gusta sentir que tienen control sobre mí y sentirse amados.
Y es que tampoco soy el trofeo que les gustaría tener, soy más las sobras después de aquello que nunca pudieron obtener.Cada uno me hace sentir lo mismo; codependencia y soledad. Obsesión y a mi persona, repudiar.
Todo inició con papá.
Cafeína para el papel 🥀
Isa