Capítulo 11 - DUDAS

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El teléfono sonaba sin cesar cuando una adormilada Adara atendió.

(En idioma griego)

-¿Si?-

"¡Pero qué susto me has dado mujer! ¡Ya estoy en tu casa!" le gritó Elora desde el otro lado.

-¿Qué pasó para que estés tan alterada?- sentándose y viendo como ese adonis abría sus hermosos ojos.

"¿Qué te pasó a ti que a esta hora todavía no llegaste y no atendías el teléfono?" un poco más calmada.

La empresaria miró el reloj que se encontraba en la mesa de luz y saltó de la cama, hacía una hora que hubiera tenido una reunión en el hotel.

En esos momentos se escuchó la puerta del departamento abrirse.

La amiga se dirigió directo a la cocina para servir café que ya estaba humeante en la máquina automática.

-¡Le dije a Roque que me abra abajo y le mandé un mensaje a Anna para que esté tranquila diciendo que estabas descompuesta e irías más tarde así cambiaba tus horarios!- explicó casi gritando antes de tomar un sorbo de la caliente infusión -¿Desde cuándo te quedas dormida?- dirigiéndose al dormitorio.

Se encontró a una Adara con el cabello revuelto y cubierta sólo con la sábana, apurada buscando en su enorme closet algo que ponerse; cosa que le extrañó ya que su amiga no era de dormir desnuda.

-¡No lo puedo creer Adara Makridis!- exclamó al darse cuenta y soltó una carcajada -¡Nuestra señorita súper correcta se acordó de darle de comer a su cuerpo!-

-¡Elora!- le reclamó la otra quedando su rostro rojo como un tomate.

-¡Por fin después de tanto tiempo te divertiste mujer!- abrazándola y riendo -¿Con quién fue? ¡Dime que con ese chef que está de infarto!-

-Espero que te estés refiriendo a mi- contestó una profunda voz que salía del baño.

Elora se dio vuelta y se encontró con Leo, luego volteó a ver a su amiga y ésta ya había desaparecido hacia la cocina para servir café bien cargado y ocultar su vergüenza.

La diseñadora fue corriendo a abrazarlo sonriendo y le brindó un corto beso en la mejilla.

(En idioma italiano)

-Has logrado que ella descanse y se relaje, cosa que llevo años intentando asique te lo agradezco muchísimo- susurrando para que la otra no oyera -Pero voy a dejarte algo bien en claro desde el principio...- haciendo una pausa para mirar que su amiga no volviera -Ella es una buena persona y la amo como si fuera mi hermana, necesita ser feliz... bueno, lo que trato de decir es que si llegas a herirla de alguna forma juro que voy a buscarte hasta debajo de las piedras y te dejaré hecho un eunuco ¿Estamos claros?- con una mirada firme que demostraba que su promesa no era vacía.

-Pues lo que menos quiero es ser un eunuco, ni lastimar a Adara- con una sonrisa divertida pero con mirada sincera -Y te diré lo mismo con respecto a mi amigo-

Elora hizo una mueca extraña y algo infantil cosa que le provocó risa al chef.

-Creo puede ser al revés con tu amigo... ¡Hey! Eso no tiene nada que ver, no cambies el tema- golpeando suavemente el musculoso brazo.

-¿Qué tanto están haciendo ustedes dos?- acercándose la empresaria -Vayan a tomar algo que voy a cambiarme- empujándolos hacia la cocina y aún sosteniendo la sábana a su alrededor.

-Como si no te hubiésemos visto desnuda ninguno de los dos- contestó su amiga con picardía y algo de malicia sabiendo lo pudorosa que la hotelera podía ser con esas cosas.

HOTEL PASSIONE - LA JEFADonde viven las historias. Descúbrelo ahora