Capítulo 14 - REGRESO

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...Dos semanas después...

Cada persona en el hotel Passione estaba a toda máquina ultimando detalles; en tres días sería la inauguración, justo para la semana de la moda como habían planeado sus dueños para aprovechar el acontecimiento.

Gracias al marketing y a que se sabía quién era su dueña, ya estaba reservado al noventa y cinco por ciento con los nombres más importantes no sólo del mundo empresarial, sino también por famosos del universo del espectáculo y el entretenimiento.

Los valores no eran nada económicos, pero según se decía, el lugar valía cada centavo; además era bien sabido que todo negocio en el que Adara Makridis se involucraba terminaba siendo un éxito, y si ese lugar había ocupado todo su tiempo, esfuerzo y dinero, seguramente no dejaría a nadie decepcionado.

Los nervios de que su "bebé" estaba a punto de abrirse provocaron que Adara casi no durmiera y que todos a su alrededor tuvieran que soportar su exigente carácter para que todo esté perfecto; aunque no dejaba de tratar a sus empleados con la gentileza y el respeto que la caracterizaban, tampoco les daba descanso y les hacía rehacer varias cosas hasta satisfacer su gusto.

Leonzio, con la excusa de que ella aprobara el menú completo, la hacía comer y descansar aunque sea por un par de horas al día.

Elora y Mateo parecía que ya no pasaban tanto tiempo juntos como antes y ella escondía un dejo de tristeza en la mirada.

Anna había comenzado a atarse su cabello rubio, dejando ver su rostro con un ligero maquillaje que hacía resaltar su belleza natural, al parecer, estaba recibiendo y aceptando varios consejos ya que su vestuario también había cambiado mucho, mostrándose más segura de sí misma.

...En la oficina de Adara dentro del hotel...

(En idioma francés)

-Bien, entonces los esperamos, que tenga buenas tardes- dijo Adara con su usual tono profesional antes de cortar la comunicación telefónica.

Anna entró al lugar llevando una pila de carpetas que comenzó a acomodar en los estantes bajos de la gran biblioteca que ocupaba toda la pared lateral opuesta al gran ventanal.

Detrás de ella ingresó una camarera trayendo un juego de fina loza pintada a mano con té caliente.

(En idioma italiano)

-Yo no pedí esto...- algo extrañada.

(En idioma griego)

-No, yo lo pedí- dijo una mujer ingresando al lado de Paul.

Adara de un salto estaba abrazándola.

-¡Mamá! ¡Qué alegría que estés aquí!- apretándola con fuerza.

-Vas a romperme- se quejó con cariño la señora correspondiendo el abrazo y riendo con suavidad.

-¿Y para mí no hay ni un saludo?- reclamó con ternura el otro.

La hotelera soltó a la otra y le brindó el mismo afecto al cincuentón.

-Sabes que te extrañé- sonriendo con sinceridad al soltarse de su apretón.

Anna se quedó un instante viéndolos y pensó que quien no los conocía podía tranquilamente pensar que era una familia completa.

La elegancia, delgadez y belleza de Adara eran claramente heredadas de su madre que no representaba los cincuenta y cuatro años que tenía si no fuese porque no se teñía el cabello y el gris no le quedaba nada mal.

-¿Te ocurre algo Anna?- le preguntó Paul a verla con una expresión perdida.

-No, perdón... sólo me distraje... buenos días señora Airlia y señor Paul- respondió con una sonrisa -Si me disculpan, volveré a mi trabajo- se excusó antes de salir y cerrar la puerta de dos hojas detrás suyo.

HOTEL PASSIONE - LA JEFADonde viven las historias. Descúbrelo ahora